El número 265 de la entrañable Colección Austral, de Espasa-Calpe, nos trajo la décima edición de una breve, pero interesante antología, de la poeta uruguaya Juana de Ibarbourou, una de las voces más interesantes de la poesía de lengua hispana. Nacida como Juana Fernández Morales, y llamada como Juana de América, nació en 1892 y falleció en 1979, tras dejar una inmensa obra poética y en prosa. En poesía, hay que recordar el título de sus libros: "Las lenguas de diamante" (1919), "Raíz salvaje" (1922), "La rosa de los vientos" (1930), "Perdida" (1950), "Azor" (1953), "Mensaje del escriba" (1953), "Romances del Destino" (1955), "Angor Dei" (1967) y "Elegía" (1968). Su obra completa está recogida en cinco volúmenes que estuvo al cuidado de Jorge Arbeleche (1992). Para ilustrar esta página, he elegido el poema titulado "El ciprés".
EL CIPRÉS
Quizá nació en Judea,
Pero se ha hecho ciudadano en todos
Los cementerios de la tierra.
Parece un grito que ha cuajado en árbol
O un padrenuestro hecho ramaje quieto.
No ampara ni cobija. Siempre clama
Por los muertos.
Y si a veces se enrosca por su tronco
Un rosal que florece en los veranos,
Como un trapense extático no siente
La brasa de la flor sobre sus gajos.
Tiene pasta de asceta, el solitario.
O pasta de abstraído.
Pero si uno está hastiado o está triste,
Le hace bien recostarse contra el tronco
Recto y liso.
Se siente algo en la sedante mejilla,
Como si dentro del leñoso tallo
Una intuición ardiente y sensitiva
Compadeciera el gesto de cansancio,
Nunca el ciprés comprenderá la risa,
La plenitud, la primavera, el alba.
Sólo se da a la angustia de los hombres
Y arrulla el sueño eterno como un aya.
Es un gran dedo vegetal que siempre
Está indicando al ruido: ¡calla!
Autor: Juana de Ibarbourou
Edita: Espasa-Calpe, S.A.
Ciudad: Buenos Aires (Argentina)-1968
Páginas: 145
Depósito Legal: 11.723
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