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ANTONIO GARCÍA BARBEITO EN LA TRIANA QUE ABANDONÓ |
Mis siempre eternos amigos de Triana, me envían la copia de un artículo de Antonio García Barbeito que salió hace unos días, me parece que el pasado domingo día 13, en su habitual columna del diario ABC de Sevilla. Su opinión, que me merece todo el mayor respeto del mundo por la independencia de las personas, creo que, en esta ocasión, no se ajusta a razón y cuenta tan sólo lo que a él le ha convenido para intentar dañar, con cierta cobardía, a terceras personas que lo trataron en el barrio de Triana como ahora ha demostrado que no se merecía. Pero antes de juzgar, hay que escuchar su palabra impresa.
Tan vulgar modo de tergiversar la historia mínima del arrabal, pero donde hay personas de por medio, ha visto su réplica, a manera de carta, en la contestación que ha enviado a todos los medios de comunicación escritos de Sevilla, incluyendo ABC, sin publicación por ahora, Ángel Vela Nieto, nuestro gran amigo, el hombre que consideramos todos los trianeros como el que más sabe de Triana, demostrándolo en muchos libros que no desconoce Barbeito: "Triana en tres tiempos", "Triana, fiestas y costumbres", "Triana, un barrio de cine", "Personajes relevantes de Triana", "Triana y su Velá", "Triana, sitios y presencias" o "Treinta toreros de Triana", con dibujos de Antonio Badía, estando pendiente una excelente publicación que he tenido la suerte de leer: "Triana, la otra orilla del Flamenco". Lo demuestra en sus libros y en su indesmayable amor por el barrio que le vio nacer, crecer y multiplicarse en sus hijas y nietos.
La carta que Ángel Vela ha enviado a todos los medios sevillanos, y que desde ayer salió publicada en el blog "Triana en la red", dice así:
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ÁNGEL BONILLA, MANUEL LAURIÑO, ÁNGEL VELA, ALBERTO JIMÉNEZ-BECERRIL, ANTONIO GARCÍA BARBEITO Y YO |
LA MALA MEMORIA DE BARBEITO
Señor director:
Hace unos días el señor Barbeito escoge una noticia sin especial relevancia para ensalzar la figura de Alberto Jiménez Becerril como delegado del distrito trianero, lo que en Triana hemos hecho docenas de veces y públicamente. Claro que él lo desconoce porque el barrio que le dio todo, ya hace mucho tiempo que dejó de interesarle. Y como es asunto que ha repetido, en esta ocasión, aun con una cierta pereza, no voy a tener más remedio que recordarle lo que parece ha olvidado, resumiendo en un nombre, el de Manuel Lauriño, toda la ayuda que disfrutó en esta orilla el inolvidable concejal.
Pero, desgraciadamente, no podemos pedirle a Alberto que le claree al columnista la memoria, y de eso se vale. Todo lo que -físicamente- dejó en la geografía del barrio durante el tiempo de su gestión, a saber: “Monumento a los Descubridores”, el de “Triana al Arte Flamenco” y la mayoría de esos “azulejos que saben a lápidas de cementerio” están, como ideas, en un libro titulado “Triana en tres tiempos”, editado por el Ayuntamiento en 1990 y que el columnista debe tener, dedicado por el autor, el firmante de esta carta.
Lauriño no fue más que uno del grupo que apoyó activamente la labor de Alberto (¿es cierto Emilio Jiménez Díaz?), y tuvo su premio desde la comisión de la Velá -a la que perteneció- nombrándosele pregonero de la fiesta y “Trianero Adoptivo”, desapareciendo después -como otros cuando consiguieron lo mismo- de la trinchera que iban a defender hasta la muerte. Y antes he señalado sólo lo material, pero cuántos actos organizamos en Triana en aquellos dos fértiles años. Entre ellos el del centenario de Demófilo, la muestra sobre la Exposición Iberoamericana y el pregón-denuncia que di en la Velá de 1991 porque Alberto me lo pidió.
Y remato de manera directa: ¿Es posible que hayas olvidado, Antonio, que participaste en el primero de los actos citados (uno de tantos) y que me presentastes en el segundo?). Alberto siempre estuvo abrigado por toda Triana; es absolutamente incierto que pasara “malos ratos” y que se quedó “muy solo”. Y todo, además, en un texto enmarañado y sin la valentía de nombrar a los que quieres dañar. Nos vamos haciendo viejos, Antonio, pero no todos perdemos -maliciosamente- la memoria a la par.
Ángel Vela Nieto.
ÁNGEL VELA EN SU COMPROMETIDO PREGÓN DE LA VELÁ, QUE FUE PRESENTADO POR EL PROPIO BARBEITO |
No es mi estilo echar más leña al fuego cuando éste no lo necesita. Pero si este artículo ha dolido mucho a Ángel Vela, también me ha dolido a mí por su sarta de mentiras y verdades a medias. Sólo recuerdo al articulista cuando llegaba a Triana para dejarse ver, copear con nosotros, conseguir dar el Pregón de su Velá -como bien dice Ángel- y ser nombrado con el título de "Trianero Adoptivo". Barbeito, entre otros desatinos cuajados de veneno, podía haber tenido más valentía para decir abiertamente que la hermosa ocurrencia de las placas cerámicas trianeras, señalando dónde nacieron o vivieron sus hijos ilustres, fue de su entonces amigo Ángel Vela, no sólo la ocurrencia sino los sabios textos.
Alberto Jiménez-Becerril, jamás estuvo solo ni pasó ningún mal rato durante el tiempo que estuvo de alcalde de Triana. Al contrario: nos llamaba a Ángel y a mí cada dos por tres para pedirnos nuestras opiniones de en qué se podía mejorar. Claro que el articulista no estuvo cuando Alberto, Ángel y yo hicimos posible que se adecentara el Arquillo de la Inquisición, que se caía a trozos; ni cuando fuimos a su propio despacho de abogado en la calle Méndez Núñez para observar el precioso proyecto del Monumento al Alfarero que había hecho Sebastián Santos; ni cuando anduvimos lo propio y lo ajeno para conseguir la financiación del monumento al Arte Flamenco; ni cuando en un día de lluvias torrenciales nos pateamos Triana entera para ver los sitios donde se iban a colocar las 23 placas cerámicas iniciales, único día en el que nos acompañó Lauriño, al que siempre he considerado un gran poeta, pero que hizo como él: dio el pregón, se le nombró otro año Hijo Adoptivo y si te vi no me acuerdo.
Alberto jamás actuó al dictado de caprichos ni de intereses personales, sencillamente porque no los había. Si Barbeito -aún siendo Hijo Adoptivo- hubiese trabajado por ese barrio que lo galardonó, con las ganas y el desinterés de nosotros, probablemente hoy no hubiese que poner en el estribo del puente esos carteles que nos indiquen las direcciones de nuestras más importantes señas de identidad. No fue Lauriño, con perdón del articulista, quien le dio su apoyo porque estaba solo. Nunca estuvo Alberto solo, el mejor alcalde que tuvo Triana en estos últimos tiempos. A Floranes sí que lo dejamos solo, porque se lo merecía, y logramos echarlo de Triana con un escrito que está firmado y publicado en la prensa. ¿No habría que nombrar también al editor Rodríguez Castillejo, a Paco Solís desde el silencio, a Badía, a cuantos hicieron posible una Triana ilusionada e ilusionante? ¿No había más gente en la calle Pureza cuando "Muy ilustres personajes de la Triana Popular" (1994) y "Muy ilustres mujeres de la Triana Popular" (1995) que en su Pregón de la Semana Santa de Sevilla, al que yo defendí, por sus vergonzosas críticas previas, con capa y espada? La alegría de Alberto, acompañado siempre de Ascen, se notaba en su rostro, en él y en el de su exquisita compañera, y por lo que nos decía continuamente. ¿Dónde y por parte de quién esas anónimas puñaladas del articulista? ¿De dónde ha podido sacar eso...? Acaso de la "valentía" que da el que Alberto no pueda contestarle.
Barbeito nos dejó hace mucho tiempo a todos los que le creíamos amigos. Le cegó la efímera gloria, esa mujer tan traicionera. Buscó nuevos caminos, lo que es legítimo en la vida de las personas, pero sin deber abandonar el tesoro de la amistad. Ha querido herir con mentiras a cuantos le dieron en su día gran parte de su alma trianera. Ha querido herirnos a Ángel y a mí, aunque bien sabe Triana quiénes somos, como lo supo Alberto y nos lo demostró con su inmenso cariño.
Hace algunos meses, en un bar muy sevillano de Santa Catalina no quiso ni ver al que fue su gran amigo Ángel Vela. Hace dos semanas, en un acto de la Fundación Cruzcampo, no sé si se acordará, me vio y tampoco quiso verme, ni siquiera para darme en persona el pésame de mi mujer, que tan bien se había portado con él; no tuvo la valentía de acercarse, de mirarme simplemente a los ojos. Y es que se ve, por esos gestos tan repetidos, incluido el artículo en ABC, que la cobardía es lo suyo. Me da lástima por él, porque ya está muy calado entre sus propios compañeros de los medios de comunicación
Me da pena, mucha pena, que lo único que está deshecho en Triana tristemente es él.
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CUANDO EL ARTICULISTA BUSCABA LA AMISTAD EN TRIANA |
Lamentablemente son muchos los que han usado el nombre de Triana en beneficio propio y poco o nada le han aportado a nuestro Barrio. A Barbeito no se le ve por Triana ni por equivocación; debe ser que no hay beneficios.
ResponderEliminarEl artículo de Barbeito me parece miserable y muestra un desconocimiento absoluto de los problemas de Triana.
El texto de la carta, que dudo publique ABC, tenía que estar muy sintetizado; tú, Emilio, has dicho cosas que también tendría yo que haber expuesto en esa carta al director. Suscribo todo lo que dices, porque lo hemos vivido, y se podría añadir más argumentos contra su falsedad, pero creo que es suficiente por hoy, a la espera de que el columnista no vuelva a enfangarse en el mismo lodo.
ResponderEliminarNo es extraña tu indignación, como no lo sería la del pobre Pepe Castillejo o la del mismo Alberto si estuvieran (como estuvieron) con nosotros. Anduvimos juntos en muchísimas ocasiones con Triana por medio y ya hemos visto toda la ganancia que obtuvimos: ver como nuestro barrio iba recobrando su brío y su historia. Sí, lleva razón el columnista, fuimos muy "interesados" al animar o ayudar al que fuera uno de los cuatro o cinco mejores delegados municipales desde hace un siglo; y a nosotros nos corresponde parte importante de ello.
Naturalmente en la carta, al decir que otros desaparecieron tras la consecución de sus objetivos (nombramiento y pregón), me refería, también al columnista, aquel que durante años fue nuestro inseparable amigo, al que siempre animamos sabiendo de su valía como escritor comprometido con el hombre. Pero ya hemos visto cómo ha ido escorándose sus ideas. Dejemos que siga su dorado camino.
¡Que pena! Este hombre dió el Pregón de la Semana Santa de Sevilla y le planteó durante ¡una hora y media! al "personal" sus dudas existenciales. Luego (o antes ya no lo recuerdo)dió el de la Candelaria y hubo hermanos que,presos del aburrimiento, cruzaron el Puente (de los Bomberos)y se apuntaron a la de San Bernardo. Todo por intersección de quien todos sabemos. No extenderos más sobre el tema que ya sabemos los epílogos de los "trianeros vocacionales". ¿Que sería de Triana sin gente como vosotros? En fin, lo dicho: "Por sus...lapsus los conoceréis".Está el patio como para salir mucho de la "cueva". ¡Pobre Triana!; ¡Pobre Sevilla! y, pobres los que olvidan quienes les proporcionaron la leña para calentarse. Un abrazo.
ResponderEliminarPerdón, por error donde escribo "dió" quise decir "dio" (que luego me "riñe" cariñosamente mi amigo Ángel Vela) Saludos
ResponderEliminarBueno, Juan Luis, en mi comentario veo que también falta una letra en el último renglón (ha por han). Dejémonos de faltas; sólo a los grandes escritores, más los académicos, más algunos columnistas de los periódicos no les faltan ni sobran letras o acentos, aunque algunas veces no sepan de qué escribir y se les nuble el sentido.
ResponderEliminarUna vuelta por u pueblo Aznalcázar y pregunten por el tal Barbeito y si puden pregunten a sus hermanos con los que nos se habla siquiera.
EliminarLo que dice el Sr Barbeito en el ABC es sencillamente la verdad. Y lo hace con una pulcritud admirable no desmereciendo la belleza de su pluma y el cariño con que habla de Triana.
ResponderEliminarOpinar en contra me parece sorprendente . Y solo puede ser debido a interese torticeros, a fanatismos izquierdosos rancios y casposos. O a la enfermedad de un alma (no se llamar enfermedad a la maldad).
Muy bien por el artículo en ABC. que habla del cariño de este señor (lo demuestra) gacia TRIANA. ¡¡¡Y olé!!!
Si usted opina así: chapó. No quiero entrar en polémicas. Yo he sido uno de los ofendidos, y el artículo en cuestión es una pura mentira, una auténtica farsa en contra de Ángel Vela y en contra mía.
ResponderEliminarSi quieres conocer a menganito darle un carguito. Pregunten en su pueblo natal Aznalcázar por Barbeito que allí si que le conocen y bien. Un ejemplo no espereis mucho de quien no se habla con sus hermanos. Verdad Rocío,....
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