Tú sólo tienes el grito
y yo la cruda verdad,
mejor que hablemos bajito.
Siempre choca mi alegría
con el muro que separa
tu casita de la mía.
Desde tu cama
nos saluda la luna
por la ventana.
Lo que yo sueño contigo
me da lacha de contarlo
por eso no te lo digo.
Tiene un olor esta cama,
el mismo del panaero
que viene por la mañana.
Diez veces que te casaras
no podrá negar tu niña
que tiene mi misma cara.
Perdóname si lo notas,
para decirte te quiero
me he tomado cuatro copas.
Se oye el tic, tac de un reloj
y asomado a la ventana
agoniza un corazón.
Qué malo tiene que ser
estar casao y sentirse
morir por otra mujer.
He notao que me traicionas
porque te tiembla la voz
si te nombro a esa persona.
Dije que no te quería
y es la mentira más grande
que he dicho en toda mi vía.
Manuel Melado
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