VILLANCICO TRISTÓN DEL CORDERO
Me traen para regalarte...
Pídeles que me desaten.
Diles Tú que no me maten...
Mi madre es aquella oveja
que está pastando el cañizo
y ese, mi hermano el mellizo,
que con el rabo festeja
los calostros dulces; deja
que vuelva. Que me desaten...
Diles Tú que no me maten...
Si sólo puedes tomar
leche..., devuélveme al huerto.
De qué te sirvo yo muerto...
Me verás crecer, trotar
y luego podrás jugar
conmigo. Que me rescaten...
Diles Tú que no me maten,
pues eres el Buen Pastor.
Y al par que hombre eres Dios.
Manolo Romero
"Y el Verbo se hizo carne"
(Antología)
2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario