domingo, 27 de noviembre de 2011

LIBROS CON POESÍA: FE DE VIDA


El poeta sevillano Enrique Barrero Rodríguez (1969), al que tuve la suerte de conocer no hace mucho, y con el que mantengo una excelente amistad epistolar, es el autor de este libro "Fe de vida", número 142 de la Colección de Poesía "Ángaro". Pueden ver su biografía completa y parte de su obra en nuestro recuadro "El poeta de la semana", que iniciamos el pasado 8 de octubre. Entre su obra, podemos destacar: "Mejor indiferencia que esperanza" (1998), "La luz en tu mirada" (1998), "El tiempo en las orillas" (2000) y "Poética elemental" (2002). Como ilustración de este ficha, he elegido el siguiente poema:


ANTE EL MAR

Este que ves aquí, inmenso y solo,
-gigante azul que inspira tu sorpresa-
es el mar, que no cambia ni perece.
Los hombres pasan. Las palabras quedan
sepultadas sin luz entre las sombras.
Se abaten los imperios, y hasta el árbol
que injerta su raíz sobre la tierra
sucumbe entre pavesas, cuando el fuego
le prende indiferentes llamaradas.
Las ciudades soberbias que erigieron
las manos sometidas han quedado
reducidas a escombros, y los besos
de los tercos amantes son tan sólo
un recuerdo obstinado que abandona
el anciano con gesto de tristeza.
Sólo el mar permanece. Sólo él tiene
la clave del secreto y del asombro.
Sólo él sabe el principio, cuando el tiempo
era de nebulosa y gas sin forma.
Sólo él subsistirá cuando las voces
se diluyan en ecos sin retorno
y no haya cormoranes solitarios
que sobrevuelen muelles al ocaso.
Escucha ahora su música, que tiene
la terquedad monótona del viento,
respira en el azul de lo imposible
y extiende la mirada hasta las crines
que dibuja la espuma en la distancia.
Moja tus pies pequeños en la orilla
y siente, en ascensión, la sal antigua
esculpiendo tu sangre de esperanza.


Autor: Enrique Barrero Rodríguez
Edita: Ángaro
Ciudad: Sevilla-2007
Páginas: 47
ISBN: 978-84-932753-9-6
Depósito Legal: SE-1777-07

2 comentarios:

  1. Querido Emilio, otra vez tu generosidad con mis versos –y con los de tantos otros poetas- merece mi más sincero agradecimiento. Un abrazo y que siga esa amistad epistolar que me brindó la sombra de tu torre cobalto. Nos vemos pronto.

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  2. Esta vez te ha tocado con la alfabetización de los ejemplares dedicados a la Poesía de mi biblioteca. No sé si muchos o pocos, pero diversos y bien elegidos. Ayer te echamos de menos. Sevilla estaba preciosa, y la amabilidad de muchos amigos libreros de viejo nos la mostró aún más encantadora. Pronto nos veremos, claro que sí.

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