lunes, 14 de noviembre de 2011

LIBROS CON POESÍA: ENTRE COPAS Y COPLAS


Como este libro es de un servidor, daré pocas señas de él. En realidad, la parte que a mí me toca de creación es la prosa poética de sus apartados, con la que verdaderamente me encuentro muy satisfecho. Lo demás, el "corpus" literario, las coplas y poemas, pertenecen a los demás: por una parte al pueblo, siempre tan sabio y ocurrente; por otra, a los poetas que incluí con mucho cariño en el volumen. Sí puedo decir que tiene una maquetación y diseño perfectos -se ve por ahí la mano amiga del maestro impresor Vicente López-, unas sencillas y muy personales ilustraciones del desaparecido Paulino González -realizadas exclusivamente para este libro-, y un tamaño ideal para leer en la cama, en el tranvía o en el cuarto de baño.

Todo surgió cuando el Consejo Regulador de la Denominación de Orígen Montilla-Moriles, me invitó a dar una conferencia sobre el vino, y elegí el tema de éste en el cancionero. A partir de ahí, me invitaron a sacar mis archivos copleros sobre el fruto de la vid y sus circunstancias en el desarrollo de la vida: y salió este libro que, mentiría, si dijese que no es recomendable.

Podía poner alguna copla, pero he preferido ilustrarlo con este hermosísimo poema del poeta Francisco Carrasco, al que, aún viviendo en Córdoba como yo, tan sólo lo he visto en persona una vez en mi vida, y mucho que lo siento, porque le profeso una admiración sin límites como persona sencilla y amable.


POEMA DEL VINO

Después de la mañana, el evangelio
y otras cosas sencillas.
Veníamos del colegio domeñando
la luz que nos cundía.
En las manos traíamos la cuerda más propicia
con que amarrar el tiempo imprevisible.
Y ardían las palabras al llegar al recinto
donde estaban las cosas cotidianas.
Venía yo agarrado a mis catorce años,
distribuyendo el día, y ya mi madre
me inquietaba el sigilo con el lema:
el vino de papá.
Calle del Buen Suceso.
Yo volvía abominando de tantas imposturas,
del vino, la bodega, y de aquel buen señor
que me daba recuerdos familiares.
Y ya otra vez en casa
la botella, mi padre y sus celebraciones
me decían que aquello era el don de vivir.


Autor: Emilio Jiménez Díaz
Edita: Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles
Ciudad: Córdoba-1997
Páginas: 107
Depósito Legal: CO-994/97

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