Para nada parece sentir la amenaza del pirata este cobrador del hinchable instalado en la Plaza de Armas de Sevilla, y al que Holgado ha retratado de esta guisa: relajado, leyendo tranquilo la prensa, calzando cómodas chanclas playeras, y sentado en una no menos cómoda silla de aluminio. Si hace 45 años me dicen lo que yo tendría que trabajar para recibir después una pensión de risa, de seguro que hubiera hecho oposiciones para lograr este puesto tan sereno como tranquilizador. La pintura del bucanero, con el rostro caricaturizado de mala leche, es eso: una pura caricatura comparada con esa otra clase de filibusteros de carne y hueso que todos los trabajadores de nuestro país hemos padecido y seguimos padeciendo en muchas ocasiones.
¿Es peor esta cara que la que ponen los políticos para decir que el Diluvio Universal va a volver si no se vota a su partido? ¿Es más horrible que la que ponen cuando mienten con diez mil promesas que nunca han de cumplir una vez hecho el escrutinio? ¿Da más miedo esta cara que la del paro, la de la pobreza, la de la humillación del hombre como género humano...?
Comparado con este rostro, realizado hábilmente por un experto grafista, los de los políticos sí que me dan verdadero pánico. Este está realizado para la diversión de los peques que se revuelcan en las bolas de colores, por eso el cobrador de la atracción lee tan tranquilo y no le importa darle la espalda. A un político jamás puedes dársela. Le haces una manifestación gigantesca, de frente y de perfil, como la de los indignados de la Puerta del Sol, que prendió como la pólvora por todo el país, y se hartan de reír. Si le ofreces la espalda, cualquiera sabe lo que puede pasar...
Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz
Al cobrador en cuestión, dese usted cuenta, el pirata le está clavando un hierro retorcido como un sacacorchos en los sesos. ¿Tendrá razón Emilio y no es un pirata, sino "otra cosa"?
ResponderEliminarY al comentarista ¿qué le voy a decir ya que no se lo haya dicho?
El cobrador está bastante más a gusto que el del frac, porque al del frac cualquier día le pueden pegar un guantazo, pero este pirata es de pega.
ResponderEliminarSe me ocurre, Emilio y José Manuel, que se trata de Dani Alves preparándose para un partido contra el Real Madrid. Está estudiando la táctica y acostumbrándose a la cara que le va a poner el señorito Pepe cada vez que se acerque al área.
ResponderEliminarEse Pepe, con cara literal de perro de presa, da más miedo que el pirata. Da más leña que el carbonero de El Turruñuelo.
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