EL ALMA EN BLANCO
Desde que hubo un egipcio que descubrió el papiro
Desde que hubo un egipcio que descubrió el papiro
sin saber el por qué ni para qué servía
quedó blanca una hoja tal como la conciencia
quizás para que el hombre se retratara en ella
quizás para que el hombre se retratara en ella
y aventara su parva en la urdimbre y estambre
que dejaron, sin voces, una blancura virgen.
Y alguien decidió, osó, atreviose a escribir sobre ella
Y alguien decidió, osó, atreviose a escribir sobre ella
una palabra, un grito, una esperanza, el dolor de una herida
de ausencias y memorias, un pájaro, una flor, un paisaje cercano,
y negro sobre blanco el negro se hizo voz de la sabiduría,
de las penas del mundo, de amores contenidos,
de sentencias de muerte, de locuras que quedaron fijadas para siempre.
Nació el papel para la voz del hombre, para que en él quedase
Nació el papel para la voz del hombre, para que en él quedase
su memoria de siglos, sus triunfos guerreros, sus desastres de guerra,
la valentía de Cristo, la cobardía de Pedro y la venta de Judas,
la masacre de Hitler, los crímenes de Franco y de Lenin y Stalin,
Musolini y Bosaka.
Nació el papel para la libertad y la paz de los siglos
y algunos hombres lo tiñeron de sangre.
Emilio Jiménez Díaz
"El alma en blanco"
Nació el papel para la libertad y la paz de los siglos
y algunos hombres lo tiñeron de sangre.
Emilio Jiménez Díaz
"El alma en blanco"
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