José Manuel Holgado es un amante de coleccionar graffitis robados con su objetivo, y en la Cava de los Civiles de Triana, frente por frente al colegio José María Izquierdo, alias "Procurador", que en parte se refleja en la imagen, ha hecho una nueva conquista, en el mismo lugar donde antes se asentaban las viejas carpinterías dedicadas a la fabricación de sillas artesanas, más tarde tuvo lugar un taller de marmolista en el que se veía desde la calle trabajar sobre la losa del pesado sello de la muerte, y por último una tienda dedicada a muebles de cocinas, armarios y puertas con diseños de la alta modernidad.
Sobre tanta febril actividad anterior, la huella de la crisis ha puesto su llaga en el rostro y en el corazón del local. En palabras de José Hierro, "parece que todos se hayan ido, o muerto". Como punto de atención de la mirada, la frase del graffiti nos connvoca a la reflexión: "Tengo hambre", apoyada por un símbolo o firma que no acierto a descifrar. ¿Pero quién tiene hambre? ¿Será el dueño del establecimiento el que ante la falta de clientes, por culpa de los impagos y de los altos impuestos y de la avariciosa negación de los bancos a dar créditos ha caído en el hoyo en el que ya se encuentran millones de españoles? ¿Será, quizás, uno de los cientos de menesterosos de los que van en busca de un plato de comida, andando unos pasos por la misma acera, al comedor social de las Hijas de la Caridad? ¿Será alguien que tiene verdadera hambre de justicia social y de igualdad tal como recoge una Constitución que en pocos puntos cumple su cometido?
Hambre, hambre, hambre, todos tenemos hambre voraz de que este desbarajuste que se ha propiciado a la humanidad se arregle cuanto antes, y habrá que gritarlo por todas las esquinas, por todos los escaparates en los que ayer veíamos el latir de una sociedad y hoy las señas de una muerte profunda.
Hasta el árbol que sale del mínimo alcorque, está tendido hacia una muerte próxima. Sólo le falta el leve viento de una triste tarde de otoño para el adiós definitivo.
Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz
Sobre tanta febril actividad anterior, la huella de la crisis ha puesto su llaga en el rostro y en el corazón del local. En palabras de José Hierro, "parece que todos se hayan ido, o muerto". Como punto de atención de la mirada, la frase del graffiti nos connvoca a la reflexión: "Tengo hambre", apoyada por un símbolo o firma que no acierto a descifrar. ¿Pero quién tiene hambre? ¿Será el dueño del establecimiento el que ante la falta de clientes, por culpa de los impagos y de los altos impuestos y de la avariciosa negación de los bancos a dar créditos ha caído en el hoyo en el que ya se encuentran millones de españoles? ¿Será, quizás, uno de los cientos de menesterosos de los que van en busca de un plato de comida, andando unos pasos por la misma acera, al comedor social de las Hijas de la Caridad? ¿Será alguien que tiene verdadera hambre de justicia social y de igualdad tal como recoge una Constitución que en pocos puntos cumple su cometido?
Hambre, hambre, hambre, todos tenemos hambre voraz de que este desbarajuste que se ha propiciado a la humanidad se arregle cuanto antes, y habrá que gritarlo por todas las esquinas, por todos los escaparates en los que ayer veíamos el latir de una sociedad y hoy las señas de una muerte profunda.
Hasta el árbol que sale del mínimo alcorque, está tendido hacia una muerte próxima. Sólo le falta el leve viento de una triste tarde de otoño para el adiós definitivo.
Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz
Buenísimo comentario, como siempre, los leo una y otra vez y siempre les saco más y más partido. Y me gusta aún más que lleves mi foto a la dimensión universal de la "humanidad" dolorida al presente y no se quede la pena en las coordenadas meramente sevillanas. Infinitas gracias.
ResponderEliminarNo se nos está dando nada mal este mano a mano.
ResponderEliminarEsta imagen la reconozco.Incluso tengo un par de instantáneas, naturalmente ni con el estilo y la elegancia que caracterizan las imágenes de Don. J.M Holgado Brenes.
ResponderEliminarIncluso le he dado numerosas vueltas a la cabecita a la frase, mientras me deleitaba con un botellín de Cruzcampo en la "Mantecá", observando uno de tantos escaparates entristecidos.
Gracias a ambos.
Estimado Paco León, por favor apéame el "don" y llámame sólo José Manuel o bien Holgado, como quieras y hasta como me llamaba un buen profesor que tuve, simplemente Brenes, los cuatro nombres son queridos para mí. Todos los amigos de esta página extraordinaria de Emilio, somos eso, AMIGOS, con mayúsculas y los tratamientos versallescos sobran.
ResponderEliminarGracias por seguirnos a diario, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.