PRIMERA COMUNIÓN
Ahí me tienen, vestido
de no sé qué
para albergar a Cristo
en un día lejano
según las normas
que marcaba la Iglesia.
Cruz.
Rosario.
Misal.
Y el alma boba
de tantas emociones
que jamás entendí
y que aún no entiendo.
Monedas.
Picatostes.
Regalos.
Y un niño dando vueltas
y más vueltas
por corrales vecinos
y amigos familiares.
Estampas.
Óbolos.
Promesas de ser bueno.
Y hoy, hombre,
me pregunto,
qué comunión me dieron
que la oblea no alivia mis pesares.
Emilio Jiménez Díaz
"La mirada perdida"
Elegante si que ibas, Emilio... El poema tan lleno de ternura como la foto.
ResponderEliminarEvidentemente, el traje era alquilado.
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