LLORABAN
Lloraban las galaxias
estrellas malheridas.
Los universos tristes
se hundían en la nostalgia
de un pasado soñado y sin retorno.
Yo seguía escribiendo en el viejo café
al paso de mi vida, tan segura
y consciente de mi muerte.
Seguía yo escribiendo al olor del café,
al sabor del café, y pensando y pensado,
vida mía, mi vida, sentidamente en ti.
En ti, mi amor, en ti y en nadie más.
Las galaxias seguían y seguían,
y seguían llorando, ay, llorando
estrellas malheridas y yo,
pobre hombre muy pobre,
lloraba simples lágrimas
a solas con mi sola soledad.
México D. F. 20 Marzo 2011
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