Cuando se llegan a las escalas de corrupción que está viviendo nuestro país en general, y muy particularmente Andalucía, es lógico que aunque a simple vista parezca que el pueblo está callado algo importante se esté moviendo en sus cimientos. Ciñéndonos exclusivamente a nuestra tierra andaluza, ese gran cortijo de 87.400 kilómetros cuadrados en manos de los políticos, la corrupción, la prevaricación y el nepotismo se han convertido en el pan nuestro de cada día, no en la excepción sino en la regla. Nuestras empresas públicas están llenas de esposas, madres, hijos, sobrinos, nietos, cuñados y amigos que sin haber hecho mérito alguno, sólo el de arrimarse al puño y la rosa de un PSOE maloliente, copan importantes puestos de la administración andaluza y de las empresas públicas, y reciben subvenciones para sus chollos particulares.
Si un partido siempre ha tenido como blasón aquello de cien años de honradez, queriendo heredar el espíritu de Pablo Iglesias, cuando el actual partido tan sólo es una marca comprada al socialismo del alemán Willy Brand, lo menos que tiene que hacer es demostrarlo, pero está claro que este personal no trabaja para el pueblo sino para ellos, para enriquecerse a costa de él en los años que les dure este milagro producido por la ignorancia y la fe de los votantes. Y ya son demasiados años de Poder y corruptelas propiciadas a su amparo. Más de tres décadas llevan esquilmando a Andalucía, a la que han convertido en la cenicienta del país, lo que siguen negando a pesar de que así lo demuestran los estudios y análisis y de que nuestra tierra salga en todas las encuestas como el furgón de cola de la modernidad y el progreso. Recomendaría en este punto el libro de mi admirado Francisco Rosell sobre el ex Presidente andaluz Manuel Chaves: "Treinta años de nada" (Editorial Almuzara. Córdoba-2008. ISBN: 978-84-92573).
Afortunadamente, ya que jamás quieren una comisión de investigación y que gran parte de la prensa está comprada por el Poder que detentan, son muchas las asociaciones, los grupos y particulares que, gracias a las modernas tecnologías, nos ponen al tanto de lo que está ocurriendo en las letrinas de la Junta de Andalucía.
Vemos con pesar cómo la corrupción en las designaciones a dedo se han multiplicado legislatura a legislatura por medio de un nepotismo imposible de concebir en una sociedad democrática. La tela de araña se ha ido ampliando tanto que no puede salvarse una sola manzana sin podredumbre en este cesto de la política andaluza. Pero con ser ésto totalmente demencial, lo peor de todo es que siguen insistiendo en que trabajan para el pueblo y por el pueblo y que Andalucía es un referente, que estamos en la "tercera modernidad" o, como dijo Alfonso Guerra hace unos días, que Andalucía ha experimentado en los últimos treinta años un salto cualitativo excepcional. Lo ha dicho quien quiso engañarnos diciendo que iba a crear 800.000 puestos de trabajo. No sé si el salto cualitativo a que se refiere es que muchos hombres y mujeres de su partido que antes no eran nada, ahora tienen grandes cargos, y muy bien pagados, en esa administración paralela que se han inventado; que ellos mismos, sin ser nadie, se suben hoy a coches oficiales de alta gama -300 para 277 altos cargos-, gastan Visa oro con cargo a las arcas públicas, y tienen colocados a todos sus familiares en empresas y Consejerías que se han inventado para tal fin, mientras más de un 20% de los parados del país son andaluces y más de 300.000 no tienen ninguna clase de subsidio, sangrando aún más esta cifra cuando hay familias en las que no trabaja ni uno solo de sus miembros.
Las noticias saltan todos los días en los medios de comunicación -en algunos con más fervor y veracidad que en otros-, pero a ellos no se les cae la cara de vergüenza. Trabajan, por decir algo, para su propio beneficio, para que el chiringuito no se les derrumbe, y ocultan importantes datos y no crean comisiones de investigación parlamentaria para que todo siga igual.
Pero algo está cambiando. La sociedad andaluza, a la que ahora sí le duele la pobreza que está soportando mientras los políticos viven como reyes, ya parece que está despertando, y son muchos los comentarios al respecto en reuniones de amigos y compañeros y, muy especialmente, en las redes sociales. Gran parte del voto andaluz ha estado comprado durante tres décadas, pero ya se ha acabado el dinero, no hay ni un duro en caja para poder subsidiar el voto, para hacerlo cautivo en las próximas elecciones, y el panorama está cambiando. Por eso la prisa por el decretazo, para que antes de que se acabe el poder omnívoro del que han disfrutado, esposas, hijos, sobrinos, nietos, etc., tengan un puesto para toda la vida en esas instituciones que algún día intentarán recuperar.
Es triste, totalmente lamentable, lo que ha ocurrido en nuestro país en muy pocos años, pero aún más triste el panorama desolador de Andalucía, a la que han robado con impunidad durante tres décadas consecutivas, sin que nadie, absolutamente nadie, se haya sentado en el banquillo de los acusados. Cada día, los miembros de comunicación nos sorprenden con nuevos casos de corrupción y de enchufismo, los casos de EREs han traspasado nuestras fronteras naturales, los fondos de la UE están siendo investigados -dicen- por el Fiscal General del Estado, las corruptelas de Mercasevilla van y vienen de los despachos de abogados a los juzgados..., pero aquí nadie da una explicación, nada se investiga en el Parlamento y nadie dimite.
¡Qué menos que sepamos, oficialmente, quiénes se están beneficiando de estas corruptelas que han llevado a la ruina a Andalucía!
Tenemos que añadir lamentablemente otro Amén a éste lúcido comentario y esperar ,actuar y tener más fé que aquel mítico Alcoyano para que ésto empiece a cambiar,aunque a éstas alturas de nuestras vidas y visto lo visto antes y ahora, va a ser muy dificil,casi imposible,tener esperanza.
ResponderEliminarAunque un poquillo (no mucha) de verguenza sí sería exigible al que mande.
Un cordial saludo
Es lo menos que les podemos pedir: vergüenza y que se vayan, los que estén limpios a sus casas, y los que se hayan manchado, la mayoría, a la cárcel. Aquí es que, desgraciadamente, no pasa nada.
ResponderEliminar¡Qué lástima ver como la tierra más fértil de España, en todos los aspectos, está gobernada y dirigida por golfos carentes de toda moral!
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que Andalucía podría ser la nueva California, pero ya ves en qué la han convertido.
ResponderEliminarDebería resucitar don Julián de Zugasti para atrapar a los nuevos bandoleros.