![]() |
PALITO ORTEGA |
Siguiendo el recorrido por algunas de las canciones que nacieron y tuvieron éxito en los años que van desde el cuarenta al cincuenta, nos encontramos con una que por fuerza todos conocemos, ya que fueron de las que se quedaron para siempre en lo que yo suelo llamar la memoria colectiva. Me refiero a "Tres cosas", también conocida como "Salud, dinero y amor". Esta canción muy pegadiza, de ahí su éxito internacional, fue compuesta en su letra y música por Rodolfo Sciammarela el año 1941, y fue muy cantada por los hombres que formaron la División Azul. Interpretada en un inicio por Pedro Infante, la canción fue olvidándose poco a poco hasta que la volvió a revitalizar a partir de 1967 el cantante argentino Palito Ortega, y también "Los Tres Sudamericanos":
Tres cosas hay en la vida: / salud, dinero y amor. / El que tenga esas tres cosas / que le de gracias a Dios. / Pues, con ellas uno vive / libre de preocupación, / por eso quiero que aprendan / el refrán de esta canción. // El que tenga un amor, / que lo cuide, que lo cuide. / La salud y la platita, / que no la tire, que no la tire. / Hay que guardar, eso conviene / que aquel que guarda, siempre tiene. / El que tenga un amor, / que lo cuide, que lo cuide. / La salud y la platita, / que no la tire, que no la tire. // Un gran amor he tenido / y tanto en él me confié. / Nunca pensé que un descuido / pudo hacérmelo perder. / Con la salud y el dinero / lo mismo me sucedió, / por eso pido que canten / el refrán de esta canción.
Fueron los años de la hermosa canción "Granada" (1948) del genial Agustín Lara, que ya hemos comentado en estas mismas páginas, y de un célebre romance flamenco "Carcelero, carcelero", que hizo famosísimo el cantaro sevillano Manuel Ortega Juárez "Manolo Caracol", con letra de Quintero y Rafael de León y música del maestro Quiroga:
Carcelero,carcelero, / carcelero,carcelero, / por qué no abres puertas y cerrojos, / ay, abre puertas y cerrojos, / porque no quiero perderme / por culpita de unos ojos. / Salgo por las calles solo, / yo salgo por las calles solo / porque estoy “atormentaíto” por unos celos, / “atormentao” por unos celos, / porque no quiero ahogarla / con las trenzas de su pelo, / ay, de su pelo negro, / Dios mío, qué pelo. / Abre, carcelero, / abre ya el presidio, / porque no me vean llorar por las calles, / “pa” que no me vean llorar por las calles / igual que un chiquillo.
No pudo comenzar mejor esta década que estrenando un bolero de los que se han hecho eternos, original del compositor argentino Domingo Fabiano, más conocido como "Don Fabián", y traido a España por un cubano que se hizo imprescindible en nuestro panorama musical. Me refiero a Antonio Machín, y el título del bolero "Tengo una debilidad" (1940):
Tengo una debilidad, / ay qué calamidad, / mi vida es un disgusto. / Tengo una debilidad, / no sé qué pasará / si no me doy el gusto. / Pero qué calamidad, / vergüenza ya me da / las cosas que me pasan. / Yo no sé qué voy a hacer, / o me curo de este mal /o me voy a enloquecer. / Tengo, tengo, tengo, / tengo una debilidad, / tú lo sabes muy bien, / estás muy enterada. / Tengo una debilidad, / no se puede ocultar / lo llevo en la mirada. / Y esa gran debilidad / será lo que será / por mucho, o por nada. / Yo no sé que voy a hacer, / o me curo de este mal / o me voy a enloquecer. / Tengo una debilidad / tú lo sabes muy bien / estás muy enterada. / Tengo una debilidad, / no se puede ocultar, / lo llevo en la mirada. / Y esa gran debilidad / será lo que será / por mucho, o por nada. / Yo no sé qué voy a hacer, / o me curo de este mal / o me voy a enloquecer. / Ay, qué debilidad...
A aquel viejo y hermoso bolero de Machín, se unió un vals peruano singular en la voz de "Los Panchos", a los que hemos dedicado algunas páginas especiales en esta andadura de "Canciones por nuestras vidas". Fue el titulado "Alma, corazón y vida", del autor y compositor nacido en Perú Adrían Flores Alván:
![]() |
LOS PANCHOS |
Recuerdo aquella vez / que yo te conocí, / recuerdo aquella tarde / pero no me acuerdo / ni como te ví. / Pero sí te diré, / que yo me enamoré, / de esos tus lindos ojos / y tus labios rojos / que no olvidaré. / Oye esta canción que lleva, / alma, corazón y vida, / estas tres cositas nada más te doy. / Porque no tengo fortuna, / Estas tres cosas te ofrezco, / alma, corazón y vida y nada más. / Alma para conquistarte, / corazón para quererte / y vida para vivirla junto a tí. / Alma para conquistarte, / corazón para quererte / y vida para vivirla junto a tí.
Y continuaban las voces latinas adentrándose por los quicios de nuestros corrales de vecinos, haciendo un poco más felices la posguerra a nuestras queridas madres. Otro bolero hermosísimo, "Historia de un amor", del compositor panameño Carlos Eleta Almarán, vendría para quedarse siempre con nosotros, primero en la voz de Leo Marini, y más tarde en la de Libertad Lamarque, que consiguió un Disco de Oro con él, hasta tenerlo siempre de actualidad el gran Lucho Gatica:
Ya no estás más a mi lado corazón, / en el alma sólo tengo soledad, / y si ya no puedo verte / por qué Dios me hizo quererte / para hacerme sufrir más. / Siempre fuiste la razón de mi existir, / adorarte para mi fue religión, / en tus besos yo encontraba / el calor que me brindaba / el amor y la pasión. / Es la historia de un amor / como no hay otro igual, / que me hizo comprender / todo el bien, todo el mal, / que le dio luz a mi vida / apagándola después, / ay, qué vida tan oscura, / sin tu amor no viviré. / Siempre fuiste la razón de mi existir, / adorarte para mí fue religión, / en tus besos yo encontraba / el calor que me brindaba / el amor y la pasión. / Es la historia de un amor / como no hay otro igual, / que me hizo comprender / todo el bien, todo el mal, / que le dio luz a mi vida / apagándola después, / ay, qué vida tan oscura, / sin tu amor no viviré. / Siempre fuiste la razón de mi existir, / adorarte para mí fue religión, / en tus besos yo encontraba / el calor que me brindaba / el amor y la pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario