
En este ensayo, ciertamente interesante, el investigador, poeta y estudioso jiennense, Manuel Urbano, se atreve a ir desentrañándonos la personalidad del periodista y escritor Eugenio Muñoz Díaz, más conocido por el seudónimo de Eugenio Noel, al que por sus escritos siempre tacharon de antiflamenquista sin ser estudiado en profundidad. El autor, por medio de diversas plumas, y de la suya propia, intenta ir diseccionando a tan contradictorio personaje que, a partir de la segunda década del siglo XX, inició una feroz campaña antiflamenquista y antitaurina, no sólo en conferencias dadas por toda Espana y en crónicas, sino en libros como: "El flamenquismo y las corridas de toros", "República y flamenquismo" o "Escenas y andanzas de la campaña antiflamenca", entre otros varios también de singular importancia.
Manuel Urbano divide el libro en cuatro capítulos: "Falsetas y desplantes, a modo de introducción", "Ensayo de una teoría de Andalucía a compás del cante", "Los privilegios de la navaja" y "Una cala en lo jondo", añadiéndole los apéndices: "De los cantes", "Letras flamencas" y "Artistas que se citan", cerrando el volumen la bibliografía consultada.
Es un libro muy interesante para dejar en el sitio justo a Eugenio Noel, tan denostado como apenas conocido por los que le criticaron.
Edita: Ayuntamiento de Córdoba
Es un libro muy interesante para dejar en el sitio justo a Eugenio Noel, tan denostado como apenas conocido por los que le criticaron.
Edita: Ayuntamiento de Córdoba
Ciudad: Córdoba-1995
Páginas: 183
ISBN: 84-89409-04-8
Depósito Legal: CO-646-1995
ISBN: 84-89409-04-8
Depósito Legal: CO-646-1995
No conocía la existencia de este libro.
ResponderEliminarQué personaje Eugenio Noel. Cuentan que se atrevió a dar una conferencia de las suyas en el mismísimo Ateneo de Sevilla; todo fue salir y sentir una mano en su cara, y no para una caricia.
Valiente como un torero, también se atrevió a pasar el puente para desentrañar el misterio de la veta taurina de Triana. Sólo algunos golfillos se empeñaron en hacer diana en su sombrero con pegotitos de barro.
He recordado estas dos anécdotas al ver su nombre.
Tengo varios libros sobre este personaje singular que, además, fue, aunque parezca mentira,un gran entendido del flamenco y de los toros. Desconocía su visita a Triana. Este libro de mi amigo Manuel Urbano es una joya.
ResponderEliminarLas dos anécdotas las leí en sendas revistas de la época; por ahí tendré las hojas. Sí, estuvo en Triana y sacando pecho, como diciendo ¡Aquí voy yo! Los chiquillos cuando vieron pasear por las calles a un sujeto de aspecto algo estrafalario, tocado de llamativo sombrero, la tomaron con él (con el sombrero). El barro húmedo o mojado era un "arma" muy a la mano, y cómo se quedaba pegado en la diana los niños lanzaban los pegotitos con enorme regocijo...
ResponderEliminarNingún aficionado del ágora del Altozano se metió con Noel. Así que salió "vivo" de una visita de "inspección". Sus amigos le había avisado del peligro, pero se atrevió. Valiente como Belmonte este Eugenio Noel.
Curioso. Como tengo varios libros de él, uno, además, sobre Semana Santa, editado por la Universidad de Sevilla, me imagino, ahora no lo recuerdo, que tenga algún tema sobre Triana. Lo repasaré y te envío lo que encuentre.
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