martes, 15 de febrero de 2011

DESDE MI TORRE: ¿EN MANOS DE QUIÉNES?

MANUEL CHAVES Y JOSÉ A. GRIÑÁN
      Cuando uno deposita su voto en las urnas, está convencido de que colabora a hacer más fuerte la democracia, y piensa que el partido ganador lo será porque una mayoría de ciudadanos han depositado su confianza en tal o cual sigla. Es decir, los votantes actuamos desde la honestidad pidiendo con nuestro derecho al voto la misma reciprocidad por parte de quienes ocupen los escaños, sea en el bando del Poder o en el de la oposición, desde donde también se gobierna si se administra con valentía, pero sobre todo, e insisto, con honestidad y honradez.
      Pero he aquí que la primera deshonestidad que comete el partido que escala el Poder sin mayoría absoluta, como suele ocurrir, es el de hacer coaliciones con partidos minoritarios que no pocas veces cambian totalmente el sentido que ha salido de las urnas. Contémplese, por ejemplo, a escala básica, lo que está pasando en el ayuntamiento de Sevilla, donde quien fuerza la llave es IU, que con unos cuantos votos tiene siempre amenazado al PSOE, y quien no gobierna es el que sacó más en las elecciones: el PP.
      Mas la gran deshonestidad que se comete en el gran nivel del gobierno central es el desgobierno. En España da la sensación de que este barco navega con el piloto automático. Se dicta a tontas y a locas, se dice y se desdice al momento, se inventan impuestos como en un régimen feudal, no se da con la clave económica, han embargado por falta de previsión a todos los españoles, el paro crece y crece..., pero siguen insistiendo desde los atriles que todo lo están haciendo bien. Y así nos va. Y a la oposición le pasa exactamente igual: amaga, pero no da; dice que sabe el arreglo, pero no suelta prendas. Y la casa sin barrer.
      Esta es la película de cada día, y el Congreso, en vez de ser el lugar desde donde se legisle eficientemente, según dicen todos en el cacareo multitudinario de cada campaña, más bien parece un plató donde se va a rodar una de gánster, o una casa de vecinos para tirar la mierda al contrario. -¡Ustedes robáis más que nosotros!... Esa es la cantinela. Raro es el día que las televisiones no nos sorprenden con algún caso más de corrupción de un bando y otro bando, de un partido y otro partido. ¡Y no pasa nada de nada! Todos son nombres de casos de corruptelas que, desgraciadamente, amparan los propios partidos. ¿Esta es la honestidad prometida?
      Echar la vista a cualquier parte del país es una auténtica pena, y echarla para Andalucía es una vergüenza. Lo último ha sido lo del dinero de los ERE. En este caso, los de los cien años de honradez dicen no saber nada de nada y, encima, amparan a los ladrones. Se han perdido 680 millones de euros, pero dicen que eso es cosa de cuatro chorizos. Nada de nada igual a nada. Ellos, dicen, son los primeros que han denunciado el caso de los ERE ante la justicia, ellos, no el diario ABC, que los ha pillado con las manos en la masa. Ellos, faltaría más, son unos políticos que se dejan la piel por Andalucía, esa Andalucía en el camino de la tercera modernidad que tiene el mayor índice de paro de todo el país; esa Andalucía que es la mayor escuela de Monipodio de los países civilizados; esa Andalucía en la que las arcas parece que no tienen candados por la facilidad con la que meten la mano; esa Andalucía, riquísima Andalucía en su tierra y en sus hombres, que es el furgón de cola de todas las demás comunidades...
      Chaves desvía dinero para su niña, pero ojo: ¡Todo dentro de la mayor legalidad! A Griñan le desaparecen, sin él saberlo, 680 millones de euros, pero ojo: ¡Se lo han llevado cuatro chorizos!...
      Y la oposición con el caso Gurtel y con el caso Palma y con la madre que nos parió. Aquí el que no mete la mano es porque no puede, porque no tiene la caja cerca. Porque, digo yo, no será por falta de ejemplos ni de extraordinarios maestros.
      En estas circunstancias, uno no sabe si reír o llorar. "Toíto es hasta acostumbrarse", como decía la vieja Soleá, y uno, de tanto haber visto, ya hasta se acostubra a convivir con Alí Babá y sus más de cuarenta ladrones.

      ¡Cosas!

2 comentarios:

  1. Tu reflexión merece comentarios. Pulula por ahí (por aquí, por el ordenador) un correo en el que anima al personal a poner fin a los privilegios de esta casta, y se pone como ejemplo lo sucedido en Egipto. Ya está bien; hasta aquí hemos "llegao". O dan marcha atrás estos señores o acaban con la democracia... ¿Y es posible que no se den cuenta...?

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  2. Lo único que les importa es el dinero y el poder. ¿Qué iban a ser estos "quienes" si no se hubiesen dedicado a la política? Lo malo es que la utilizan para provecho particular. Ya estamos hartos de diarios escándalos de corrupción de ambos partidos, no hay pueblo que se salve de un chanchullo, todo está manchado..., pero nadie entra en la cárcel y da cuenta de estas tropelías.

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