martes, 15 de febrero de 2011

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: LOS BOLEROS ETERNOS DE LOS PANCHOS (79)


Cuando un artista o un grupo, como es este caso, alcanza el éxito y el reconocimiento universal, inmediatamente surgen otros imitadores que quieren alcanzar la misma gloria. Uno de ellos, por tierra mexicanas, fue "Los tres Diamantes", quizás el competidor más inmediato, pero también estaban por este país "Los Durango", "Los Santos", "Los Duendes", "Los Montejos", "Los Pepes", "Los Tres Caballeros"..., y en Cuba: el "Trío de Servando Díaz", y en Puerto Rico el "Trío Vegabajeño"..., mas nadie pudo desbancar jamás a "Los Panchos" porque eran una institución en este tipo de música y sus canciones tenían un halo especial para transmitir el amor y el desamor, la vida y la muerte, y sus boleros se pegaban sin querer al alma.

Difícil es quedarnos con una sola canción de su amplio repertorio: "Algo contigo", Alma, corazón y vida", "Contigo aprendí", "Espinita", "Frenesí", "La distancia", "La nave del olvido", "Lo dudo", "Llévatelo", "Noche de ronda", " "Ojos negros", "Perfidia", "Quién será", "Sabor a mí", "Siboney", "Si tú me dices ven", "Toda un vida", "Una copa más", "Voy a apagar la luz", "Voy a perder la cabeza por tu amor", "La barca", "Bésame mucho"... ¿Cuál elegimos? Cualquier tema es bueno para volver a recordar tiempos pasados con sus boleros eternos.

Contigo aprendí / que existen nuevas y mejores emociones, / contigo aprendí / a conocer un mundo nuevo de ilusiones, / y aprendí / que la semana tiene más de siete días, / a hacer mayores mis contadas alegrías / y a ser dichoso yo contigo lo aprendí. / Contigo aprendí / a ver la luz del otro lado de la Luna, / contigo aprendí / que tu presencia no la cambio por ninguna. / Aprendí / que puede un beso ser más dulce y más profundo, / que puedo irme mañana mismo de este mundo, / las cosas buenas ya contigo las viví, / y contigo aprendí / que yo nací el día en que te conocí.

De seguro que leyendo esta letra, mentalmente le estáis poniendo aquella música maravillosa, y recordando, quizás, aquel momento del baile, la mirada ardiente a los ojos, el primer beso... "Los Panchos" hicieron posible que medio mundo se enamorase por medio de sus melodías.


Noche de ronda / que triste pasas, / que triste cruzas / por mi balcón. / Noche de ronda, / cómo me hieres, / cómo lastimas / mi corazón. // Luna que se quiebra / sobre la tiniebla / de mi soledad. / ¿A dónde vas? / Dime si esta noche / tú te vas de ronda / como ella se fue. / ¿Con quién estás? / Dile que la quiero, / dile que me muero / de tanto esperar, / que vuelva ya, / que las rondas no son buenas, / que hacen daño, que dan penas / y se acaba por llorar.

Todos sus boleros tienen un regusto sentimental increible sin ser ninguno empalagosos. Ese era uno de los puntos singulares de "Los Panchos": el equilibrio de sus composiciones, la voz justa de sus componentes, el cuidado de la letra y la música, la selección paciente de los temas. Por eso aún viven en nuestros días como si ayer mismo hubiesen conocido la luz.

Si tú me dices ven / lo dejo todo. / Si tú me dices ven / será todo para ti. / Mis momentos más ocultos / también te los daré. / Mis secretos que son pocos, / serán tuyos también. / Si tú me dices ven, / todo cambiará. / Si tú me dices ven, / habrá felicidad. / Si tú me dices ven, / si tú me dices ven. / No detengas el momento / por las indesiciones, / para unir alma con alma, / corazón con corazón, / reír contigo / ante cualquier dolor, / llorar contigo, / llorar contigo será mi salvación. / Pero si tú me dices ven / lo dejo todo. / Que no se te haga tarde / y te encuentres en la calle, / perdida, / sin rumbo / y en el lodo. / Si tú me dices ven, / lo dejo todo.

Con el repertorio de "Los Panchos" nos podíamos llevar días y días sin cansarnos, evocando momentos felices de nuestra vida, dejándonos llevar por el candor de sus voces conjuntadas y por el mensaje amoroso de sus letras. "Los Panchos", al decir de Tony Évora en su mágnífica publicación "El libro del bolero" (Alianza Editorial, 2001), "cambiaron conceptos, revolcaron gustos, impusieron modalidades y llenaron con sus voces un espacio amplísimo de tiempo romántico, de música amorosa que llegó a las gentes simples que la hicieron suya. Además, cantaron con elegancia, pronunciando el idioma con seducción."

Se te olvida / que me quieres a pesar de lo que dices, /pues llevamos en el alma cicatrices / imposibles de borrar. / Se te olvida / que hasta puedo hacerte mal si me decido, / pues tu amor lo tengo muy comprometido, / pero a fuerza no será. / Y hoy resulta / que no soy de la estatura de tu vida / y al dejarme casi, casi se te olvida / que hay un pacto entre los dos. / Por mi parte / te devuelvo tu promesa de adorarme, / ni siquiera sientas pena por dejarme, / que ese pacto no es con Dios. / Y hoy resulta / que no soy de la estatura de tu vida, / y al dejarme casi, casi se te olvida / que hay un pacto entre los dos. / Por mi parte / te devuelvo tu promesa de adorarme / ni siquiera sientas pena por dejarme, / que ese pacto no es con Dios.




¡Boleros eternos de "Los Panchos"!...

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