lunes, 14 de febrero de 2011

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: BAILANDO CON LOS PANCHOS (78)

Ningún grupo de los que se formaron por las décadas de los 40 y 50 lograron la fama de este trío que, desde su formación a nuestros días, logró fama mundial por su calidad, repertorio y calidad de voces.

Fue en Nueva york, en el año 1944, la ciudad en la que tuvo lugar el nacimiento con las tres voces y las tres guitarras de los mexicanos Alfredo Bojalil Gil, más conocido por "El Güero" y José de Jesús Navarro Moreno, al que llamarán "Chucho Navarro", y el puertorriqueño Hermino Avilés Negrón, conocido como "Hernando Avilés".

Su presentación la hicieron en el Teatro Hispano de la ciudad de los rascacielos el 14 de mayo de 1944, pero interpretando, con gran éxito, música ranchera mexicana, corridos, rancheras y huapangos. De aquel concierto nació su primera grabación: "Mexicantos", en la que ya incluyeron su primer bolero, titulado "Hasta mañana". A partir de ahí ya todo les fue rodado, triunfaban por donde iban y se le abrían las puertas de todos los países. Concretamente en Nueva York, su éxito era clamoroso por la la gran comunidad latina que vivía en aquella ciudad, que se le entregaba sin reservas. En estos inicios de los cuarenta, ya vieron que su claro camino era el bolero, y en una de sus primeras grabaciones ya incorporaron "Perdida", "No trates de mentir" y "Una copa de más", compuestas por "Chucho".

Perdida, te ha llamado la gente / sin saber que has sufrido / con desesperación. / Vencida, quedaste tú en la vida / por no tener cariño / que te diera ilusión. / Perdida, por que al fango rodaste / después que destrozaron / tu virtud y tu honor. / No importa, que te llamen perdida / yo le daré a tu vida que destrozó el engaño / la verdad de mi amor. / Perdida, te ha llamado la gente / sin saber que has sufrido / con desesperación. / Vencida, quedaste tú en la vida / por no tener cariño / que te diera ilusión. / Perdida, por que al fango rodaste / después que destrozaron / tu virtud y tu honor. / No importa, que te llamen perdida /  yo le daré a tu vida que destrozó el engaño / la verdad de mi amor.

Tras esta exitosa grabación, recorrieron Venezuela, Brasil y  Puerto Rico, y allí grabaron otros temas que irían consolidando su fama: "Rayito de luna", de "Chucho Navarro"; "Caminemos", de Herivelto Martins; "No me quieras tanto", de Rafael Hernández; y "Sin un amor", con letra de "Chucho" y música de Alfredo Gil.

Yo siento en el alma / tener que decirte / que mi amor se extingue / como una pavesa / y poquito a poco / se queda sin luz. / Yo sé que te mueres / cual pálido cirio/ y sé que me quieres, / que soy tu delirio, / y que en esta vida / he sido tu Cruz. // Ay, amor, ya no me quieras tanto, / ay, amor, no sufras más por mí, / si no más puedo causarte llanto, / ay, amor, olvídate de mí. / Me da pena que sigas sufriendo, / tu amor desesperado / yo quisiera que tú te encontraras / de nuevo otro querer, / otro ser que te brinde la dicha / que yo no te he brindado, / y poder alejarme de ti / para nunca mas volver. / Ay, amor, ya no me quieras tanto, / ay, amor, no sufras más por mí, / si no más puedo causarte llanto, / ay, amor, olvídate de mí.

Pasaron de nuevo por Nueva York con otra gira apoteósica y visitaron por primera vez México en 1948, ciudad que era el enclave principal de la música latina, donde actuaron en la célebre sala de fiestas "El Patio", en el Teatro Tívoli y en la XEW. Allí grabaron: "Sin ti", de Pepe Guizar; "No, no y no" y "Sin remedio", de "Chucho Navarro"; y "En cada puerto un amor" y "Un siglo de ausencia", de Alfredo Gil.

Un siglo de ausencia / voy sufriendo por ti / y una amarga impaciencia / me ocasiona vivir / tan separado de ti. / Pensar / que no he de verte otra vez. / Fingir / que soy feliz sin tu amor. / Llorar con mi dolor, / la vida inclemente / te separa de mí, / y un siglo de ausencia / estoy sufriendo por ti. / En la multitud / busco los ojos que me hicieron tan feliz, / y no logro hallar /
en otros labios la ilusion que ya perdi. / La vida inclemente / te separa de mí / y un siglo de ausencia / estoy sufriendo por ti. / En la multitud / busco los ojos que me hicieron tan feliz / y no logro hallar / en otros labios la ilusion que ya perdí. / La vida inclemente / te separa de mí / y un siglo de ausencia / voy sufriendo por ti. / Y un siglo de ausencia / voy sufriendo por ti.

Como todos los grupos, "Los Panchos" no se libraron de los problemas internos de las personas, y a lo largo de su existencia unos se fueron y otros llegaron. Tras el alejamiento del grupo de Hernado Avilés, que fue la primera voz del trío desde 1944 a 1951, seis vocalistas más pasaron por el grupo: Raúl Shaw Moreno (1951-52), Julito Rodríguez (1952-56), Johnny Albino (1958-1966), Enrique Cáceres (1966-1971), Ovidio Hernández (1971-76) y Rafael Basurto Lara (1976), el único que quedó grabando y cantando como "La última voz de Los Panchos".

A lo largo de la vida dilatada del grupo, "Los Panchos" grabaron más de mil doscientas canciones, la mayoría de ellas bolero, y en idiomas tan diversos como el inglés, español, japonés y griego, protagonizaron una película y participaron en cerca de veinte. Amén del bolero, erigiéndose como decíamos en el primer grupo del mundo, también grabaron tangos, rumbas, mambos, merengues, blues y hasta música country. Pero sus boleros fueron únicos, yo diría que imprescindibles para la historia sentimental de la humanidad. ¿Quién no ha bailado al ritmo sugerente de "Lo dudo"?

Lo dudo, lo dudo, lo dudo... / que tú llegues a quererme / como yo te quiero a tí. / Lo dudo, lo dudo, lo dudo... / que halles un amor más puro / como el que tienes en mí. / Hallarás mil aventuras sin amor, / pero al final de todas / solo tendrás dolor. / Te darán de los placeres / frenesí... / mas no ilusión sincera / como la que te dí. / Lo dudo, lo dudo, lo dudo... / que halles un amor más puro / como el que tienes en mí. / Hallarás mil aventuras sin amor, / pero al final de todas / solo tendrás dolor. / Te darán de los placeres / frenesí... / mas no ilusión sincera / como la que te dí. / Lo dudo, lo dudo, lo dudo... / que halles un amor más puro / como el que tienes en mí, / como el que tienes en mí.


6 comentarios:

  1. Los Panchos... ¡qué maravilla de voces y guitarras y qué hermosura de letras! En los guateques no podían faltar las canciones de este grupo que nos acaramelaban haciéndonos volar sobre todas las azoteas de Triana.

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  2. Yo, que era un bolerista consumado, me he llevado bailando más de doce horas con la música de Los Panchos. Qué maravilla de letras y qué bien cantaban. Pena que ya no existan grupos como este al que nosotros debemos un monumento por la "proximidad" que nos ofrecían sus canciones.

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  3. ¿Doce horas...? De "guinnes", Emilio. ¿Tanta era la "proximidad? Para nosotros era el tiempo de cuatro canciones, con cuatro "desaproximaciones..." para el refresco.

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  4. Y conste que ya estaba casado y tenía tres hijos. La calle Alfarería era mi "Manigüa" particular.

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  5. Asi cualquiera..., Emilio.

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  6. Eran unos tiempos felices, Ángel.

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