¿QUÉ?
¿Qué podemos hacer entre tantos derrumbes,
entre tantos acosos, entre tantas angustias
y carencias? ¿Qué podemos hacer cuando
crecen las cárceles y el control electrónico
estrecha y desbarata nuestros sueños?
Alguien pulsa un botón y aparece en pantalla
nuestro número y el ojo inquisidor
decide nuestra suerte.
¿Qué podemos hacer contra esa gente
decidida a robarnos la poesía y que a diario
gravan, con impuestos terribles, todo acto
de libertad, de amor y de belleza?
No resignarnos, no. Mejor pasemos
a ser criaturas fuera de la ley y decididas
a compartir la luz y el aire de lo libre
a espaldas de los ojos acuciosos
de los obnubilados y crueles carceleros.
Vivamos, sí, vivamos como valientes gatos vagabundos
frente a las dictaduras sutiles y siniestras
que prolongan los perversos estados de terror.
Vivamos, sí, vivamos, pero libres y erguidos en el canto,
y si ello no es posible elijamos la muerte dignamente,
ya que una vida indigna no merece vivirse.
México D. F., 23 Diciembre 2010
Qué maravilloso canto a la libertad... Y qué verdad cuenta el poema. Pero nos tienen que vencer en la lucha. La dignidad es el arma que nos hará vencer... como dice el poeta.
ResponderEliminarJuan siempre nos sorprende. Cuando me envía sus poemas diariamente, me quedo maravillado de su facilidad en los conceptos y en el desarrollo de los poemas.
ResponderEliminarJosé Luis, Elisa y yo, con la dadivosidad de Paco Sosa, estamos en el intento de publicarle el libro inédito "Todas mis lunas", que es una gozada.