
EL PADRE NUESTRO DE LOS POETAS
Vamos, poetas, por el verso ahora.
De rodillas, así, juntas las manos:
Padre Nuestro que estás en los secanos
y en los vergeles, danos cada hora
el poema nuestro con que aupar la aurora.
Vengan hasta nosotros tus arcanos
y, para más santificarte, danos
la palabra mejor, la más sonora.
Haznos según tu voluntad, que sea
nuestra sólo la voz, tuya la idea,
no nos dejes plagiar, perdona el ripio,
así como nosotros perdonemos
a quien nos deba el verbo que le demos;
Vamos, poetas, por el verso ahora.
De rodillas, así, juntas las manos:
Padre Nuestro que estás en los secanos
y en los vergeles, danos cada hora
el poema nuestro con que aupar la aurora.
Vengan hasta nosotros tus arcanos
y, para más santificarte, danos
la palabra mejor, la más sonora.
Haznos según tu voluntad, que sea
nuestra sólo la voz, tuya la idea,
no nos dejes plagiar, perdona el ripio,
así como nosotros perdonemos
a quien nos deba el verbo que le demos;
Tú que eras Verbo ya desde el principio.
José Luis Tejada
"El cadáver del alba" (1968)
José Luis Tejada
"El cadáver del alba" (1968)
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