miércoles, 26 de enero de 2011

BUENOS DÍAS, SEÑORA ALCALDESA: ARQUEOLOGÍA PARALIZANTE


Anguita se cargó el gran aparcamiento
del que hoy podría gozar el bulevar.
Pudo más su soberbia como alcalde
que con la Junta tranquilo razonar.

Se mete aquí una pala, una espiocha,
y ya se para toda la ciudad.
Se encuentran unos huesos, unas piedras,
y a esperar, a esperar, a esperar…

La vida se nos va de entre las manos
jugando a los tesoros que hay que desenterrar,
y la ciudad no avanza a un futuro moderno,
volver queremos a la Roma imperial.

Así nos van las cosas, así nos van las rondas,
y así las obras duran la eternidad;
mientras los pueblos avanzan al mañana,
nosotros, cual cangrejos, siempre vamos p’atrás.

Ya sabemos que ahondas y encuentras a tres moros
durmiendo desde tiempo inmemorial,
y que das un palazo y tres mil piedras salen
que, con perdón de los que saben, no valen ni un real.

El recinto funerario de Puerta de Gallegos
ha sido –así lo digo- un error garrafal,
cargarse una avenida por poner una olla
es algo que Ramírez jamás comprenderá.

Existiendo jardines anchurosos,
tal olla exprés podía pasar atrás
y el carril seguiría funcionando
sin que hubiera, y lo hay, un peligro mortal.

Rásquense las entrañas de esta Córdoba vieja
y saquemos de adentro su antigua y gran verdad,
mas hagamos un parque arqueológico moderno
en cualquier sitio clave de esta hermosa Ciudad.

Nido es de ratas los baños califales,
auténtica vergüenza que no habría que mirar,
vergüenza las murallas, con más mierda que un “jipi”
que no conoce el agua ni por una postal.

Seamos serio, señora, y hagamos algo ahora
que a todas las ciudades las pueda deslumbrar:
un gran parque temático de todo el patrimonio
tan rico y tan diverso, tan hermoso y plural.

Todo menos cargarse, por una piedra u otra,
el futuro, que es vida, agua de manantial.
Si así seguimos, escudriñando piedras,
Tanatorio de Córdoba a esta Ciudad pondrán.

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