
CONTRACANCIÓN A PALO SECO
El tacón y la madera,
la madera y el tacón,
y ese baile que tú bailas
con tu cuerpo bailaor.
Ese baile que tú bailas,
la madera y el tacón.
Baila, niña, baila, baila.
¡Ay, niña, baila, por Dios!
Por Dios, niña, baila, baila;
baila, baila, baila al son
de la sangre de tus venas
y mi viejo corazón,
tan joven en la madera,
tan mágico en el carbón,
tan rebosante de vida
y tan alto en tu tacón.
¡Ah, ese baile que tú bailas
con tu cuerpo bailaor!
Ese baile que tu bailas,
que bailas tú y bailo yo.
El tacón y la madera,
la madera y el tacón
y mi alma atea; mi alma
creyendo de pronto en Dios.
México D. F. Madrugada 17 Noviembre 2006
El tacón y la madera,
la madera y el tacón,
y ese baile que tú bailas
con tu cuerpo bailaor.
Ese baile que tú bailas,
la madera y el tacón.
Baila, niña, baila, baila.
¡Ay, niña, baila, por Dios!
Por Dios, niña, baila, baila;
baila, baila, baila al son
de la sangre de tus venas
y mi viejo corazón,
tan joven en la madera,
tan mágico en el carbón,
tan rebosante de vida
y tan alto en tu tacón.
¡Ah, ese baile que tú bailas
con tu cuerpo bailaor!
Ese baile que tu bailas,
que bailas tú y bailo yo.
El tacón y la madera,
la madera y el tacón
y mi alma atea; mi alma
creyendo de pronto en Dios.
México D. F. Madrugada 17 Noviembre 2006
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