¡Olé la plaza de toros
que tiene nuestra Ciudad:
tres toreros, tres, más solos
que un viudo sin caudal!
La estaba televisando
el Canal Sur, que es “la nuestra”,
y vergüenza iba tragando
porque a diestra y a siniestra
no había nadie en ningún bando.
Por las tierras de Cazorla
me cogió tan cruel momento.
¡Qué bonito es tu cemento,
Coso de Ciudad Jardín,
qué vacíos tus asientos,
que yo los vide, los ví
junto a algunos cazorleños
que se burlaban de mi!
¡Viva Córdoba torera
que ni en festejos de Feria,
siendo una cosa tan seria,
se echa mano a la cartera!
¡Viva Córdoba que es dueña
de aficionados cabales
que sólo gastan los reales
viendo la tele en las peñas!
¡Viva Córdoba taurina
de excelente trayectoria
que hoy sólo pasa a la historia
con un lleno de ruina!
¡Y viva el taurino puro
que si hay televisión
se arrellana en su sillón
y no se gasta ni un duro!
¡Vivan todos, vivan todos,
ganaderos y heladeros,
los que riegan el albero,
vivan todos, todos, todos,
porque viva el matador
solo, solo, solo y solo,
hablando y besando al toro,
disculpándose los dos!
El Comandante Dorado
-no se quién le dio la estrella-
es un listo caballero:
manda, templa y descabella
y encima le dan dinero.
En tierra de Lagartijo,
de Guerrita y Machaquito,
y del genial Manolete
y del rano Cordobés,
y de muchos más que omito,
porque quepa en el papel,
si no se llena la plaza
no es por toreros de raza
es porque duele el parné.
¡Qué mal rato cazorleño!
¡Ay, señor que irritación
viendo la televisión,
que sólo estaba el cemento,
el toro, el torero y yo!
No creo que el ayuntamiento,
que ya hasta el fútbol financia,
nade tanto en la abundancia
y con dinero dé aliento.
Arreglemos con la pasta
aquello que hay que arreglar
para bien de la ciudad
y de dar dinero ¡basta!
Que quien se meta a empresario,
ya taurino o del balón,
cumpla con su obligación
y pague sus honorarios,
y no le pida al erario.
¡Por la gloria de Cotón!
que tiene nuestra Ciudad:
tres toreros, tres, más solos
que un viudo sin caudal!
La estaba televisando
el Canal Sur, que es “la nuestra”,
y vergüenza iba tragando
porque a diestra y a siniestra
no había nadie en ningún bando.
Por las tierras de Cazorla
me cogió tan cruel momento.
¡Qué bonito es tu cemento,
Coso de Ciudad Jardín,
qué vacíos tus asientos,
que yo los vide, los ví
junto a algunos cazorleños
que se burlaban de mi!
¡Viva Córdoba torera
que ni en festejos de Feria,
siendo una cosa tan seria,
se echa mano a la cartera!
¡Viva Córdoba que es dueña
de aficionados cabales
que sólo gastan los reales
viendo la tele en las peñas!
¡Viva Córdoba taurina
de excelente trayectoria
que hoy sólo pasa a la historia
con un lleno de ruina!
¡Y viva el taurino puro
que si hay televisión
se arrellana en su sillón
y no se gasta ni un duro!
¡Vivan todos, vivan todos,
ganaderos y heladeros,
los que riegan el albero,
vivan todos, todos, todos,
porque viva el matador
solo, solo, solo y solo,
hablando y besando al toro,
disculpándose los dos!
El Comandante Dorado
-no se quién le dio la estrella-
es un listo caballero:
manda, templa y descabella
y encima le dan dinero.
En tierra de Lagartijo,
de Guerrita y Machaquito,
y del genial Manolete
y del rano Cordobés,
y de muchos más que omito,
porque quepa en el papel,
si no se llena la plaza
no es por toreros de raza
es porque duele el parné.
¡Qué mal rato cazorleño!
¡Ay, señor que irritación
viendo la televisión,
que sólo estaba el cemento,
el toro, el torero y yo!
No creo que el ayuntamiento,
que ya hasta el fútbol financia,
nade tanto en la abundancia
y con dinero dé aliento.
Arreglemos con la pasta
aquello que hay que arreglar
para bien de la ciudad
y de dar dinero ¡basta!
Que quien se meta a empresario,
ya taurino o del balón,
cumpla con su obligación
y pague sus honorarios,
y no le pida al erario.
¡Por la gloria de Cotón!
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