viernes, 5 de noviembre de 2010

POR DISTINTOS CAMINOS (44)


Esperando a algún turista que quiera inmortalizar su visita a estas tierras,
el viejo oriental sonríe enseñando su minúscula posesión de oro.

La estación del Star Ferry, donde aparca su viejo y tapizado riskshaw,
se convierte, cada día, en la plaza de su negocio diario.
Si, como hoy, la parada es larga, la sabiduría de la espera se convierte en amplia sonrisa.

Ya lo dice el refrán: A mal tiempo, buena cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario