sábado, 6 de noviembre de 2010

DESDE MI TORRE: MIEDO ME DA


Por nuestro gran amigo, Ángel Bautista, hemos sabido que las obras del futuro Museo de la Cerámica de Triana se inician el próximo mes, y que el judicatario ha rebajado su oferta en un 30%, lo que más o menos viene a decir que las obra se paralicen en su mitad y que, después de terminadas, como las célebres "setas de la Encarnación", cuesten tres veces más.

Pero ese no es mi temor mayor, porque ya estamos acostumbrados. Alguien se tiene que llevar algo por la cara para no dar un golpe más en su vida, aunque nunca lo dieron. Léase Monteseirín o Torrijos, entre muchos más del Partido Popular, Andalucista, etc. En España -que ya no sé si decir España sin que me peguen- todavía sigue vivo el mito de la Sierra Morena que tengo tan pegada al sitio en el que escribo: "Rondan por la serranía/ más bandoleros que hombres/ nacen en Andalucía". Pues eso. Mi temor es a los modernos urbanistas y diseñadores de espacios. Mi temor es que se carguen al edificio que va a albergar el citado museo. Mi pavoroso miedo es que esta gente, que no han conocido a Enrique el de las pavías, que no han visto una película de Cantiflas en el Avenida, ni a Víctor Mature de gladiador en las tardes del cine Rocío, ni han conocido los gigantescos almacenes de aceitunas de "El Inglés", ni la factoría de Ramos Rejano, ni han visto salir un "Saeta" por la puertas de la Hispano,; ni siquiera a la Estrella, la Esperanza y el Rocío salir de San Jacinto, vengan ahora con sus modernidades y nos hagan un nuevo espacio temático de diapositivas y hologramas, fotos y leyendas. Y, en aras de esa modernidad apabullante, que se esta cargando a media Andalucía -y lo digo por la Córdoba en la que vivo, donde es una pena contemplar edificios horribles en la propia Judería, siendo como es Córdoba Patrimonio de la Humanidad-, mucho me temo que de la fachada quiten los lienzos cerámicos de Manuel Arellano, y los niños-ángeles de Antonio Kiernam, y hasta el hermoso rótulo que la preside.

Pánico me da de que se carguen los hornos y las trituradoras y lavaderos del mineral que venía de las minas de la sierra onubense para restallar en cobaltos, verdes y amarillos. Miedo me da que les de por la modernidad en su interior solariego y se carguen el corazón de su desarrollo interior, que es una joya. Miedo a que conviertan la sala donde pintaban Kiernam y Adorna en un pastiche, y que la sala de relleno de azulejos de cuerda seca -labor que primorosamente hacían las mujeres- desaparezca para convertirla en una sala de audiovisuales.
Miedo, queridos amigos, tengo miedo aún antes de entrar el primer palaustre en el aposento.

5 comentarios:

  1. Excelente artículo D. Emilio.
    " Ese es el sentir y el pensamiento de muchos trianeros ".
    Podría haber diferentes opiniones, puntos de vista o dependiendo de la mentalidad, pero la ESENCIA es ésa.

    No añoro muchas cosas, ya que las mayorías por edad las he desconocido, pero sigo siendo uno de esos románticos que se queda perplejo en la cancela principal de El Corral de Las Flores o de La Cerca Hermosa admirando su interior. Sin embargo, cuando oteo alguno cuya fachada lleva incorporada de forma llamativa y pintoresca una especie de logo del "Grupo Romero&Mejías", paso totalmente de largo.

    ¡ Y ya me hubiese encantado conocer a Enrique el de la pavías! Gracias a uvd. y al azulejo de C/ San Jacinto su leyenda continúa.
    Un saludo.

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  2. ¿Pero han visto ustedes el escaso impacto del tan necesario Museo de la Inquisición...? ¡Qué desilusión me llevé el día que lo visité! ¿Por qué prescindieron de la palabra "Inquisición" cuando ahí está la clave de su atractivo? ¿Por qué no se exhiben los aparatos de tortura? ¿Han visto el dibujito sobre el mamotreto negro en la fachada que da al río...? Cuando vi el letrero de "Castillo de San Jorge" empecé a desilucionarme. Lo que podría ser un atractivo rentable que hable de parte de la historia de Triana, un "gancho" que anime la economía del barrio, ha quedado, por mor de ese sentido absurdo de la modernidad politizada, en lo que es: una demostración de inutilidad. Pues preparémosno para lo que harán en el tan cacareado -y también tan necesario- Museo de la Cerámica. Nadie puede decir que nuestros miedos son infundados.

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  3. Emilio Jiménez Díaz6 de noviembre de 2010, 21:16

    Te esperábamos hoy en "El Ancla", Paco. Hoy ha estado la cosa muy animada. Otra vez será.
    Me da miedo lo del Museo de la Cerámica y más cuando hoy he entrado con José Luis y hemos visto que de su interior han desaparecido todos los lienzos cerámicos que a izquierda y derecha de su atro principal existían tanto de Manuel Arellano como de Antonio Kiernam. Me imagino que antes de comenzar las obras se haya hecho un balance por parte de la Consejería de Cultura de lo que allí existía. Hay que seguir la pista a estos lienzos de los que yo tengo fotos de ocasiones anteriores.
    Miedo me da esta reforma, y máxime cuando he visto en la revista Triana, número 89 de 2010, la maqueta del mismo. Pongámonos a rezar ya si no queremos que nos pase lo mismo que con el Castillo de la Inquisición.

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  4. Emilio, los cuadros de kiernan,Cueto y otros ceramistas que adornaban la sala de cerámica Santa Ana,han sido adquirido por el Ayuntamiento para que formen parte del museo.Como así mismo más de 4000 estarcidos, muchos de los cuales eran de principio de siglo.
    Dichos cuadros estuvieron a punto de ser vendidos a varios museos de cerámicas de España,pero una serie de personas presionamos al Ayuntamiento para que no salieran de Sevilla.

    P.D.si quieres te mando el proyecto del museo, avísame para buscarlo pues lo tengo en una de las carpetas.

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  5. Emilio Jiménez Díaz9 de noviembre de 2010, 18:32

    Envíamelo. Yo el que tengo, que se ve muy mal, es el que ha salido en la revista "Triana" de la Velá, que casi la reparten en Navidad.

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