Sólo han bastado tres días para que las chapuzas de la peatonalización de la calle San Jacinto se dejen notar, al igual que pasó con los célebres carriles bici, verde que te quiero verde, del Puente de Triana. El homenaje que se quería brindar al cercano río con esta modernidad de un sendero luminoso, fabricado con unas láminas más frágiles que la economía española, se ha ido al traste en el momento que un camión ha pasado sobre ellas. En esta ocasión, el camión ha sido el culpable. ¿No pasará lo mismo si pasa un obeso de ciento y pico de kilos? ¿Están estas láminas a prueba de resistencia para cuando lleguen las grandes aglomeraciones: cabalgata de reyes, Semana Santa...? Mucho me temo que no.
Se han cargado la calle con este caprichito de la peatonalización, y milagro será que cualquier día tengan que pasar los bomberos y no puedan. Y si pueden, de nuevo las láminas luminosas rotas. Las prisas nunca han sido buenas, y para inaugurar esta calle se ha demostrado una prisa envidiable, tanta que se inauguró sin acabarse los bancos y sin haberle puesto las cubiertas a los alcorques de los árboles, lo que ha propiciado un serio accidente a un peatón en la reciente puesta a escena de esta calle de la "ciudad de las personas".
Se hizo la pavimentación de la calle Alfarería y hubo que levantarla a los pocos días. Se hizo el carril-autopista del puente, y lo mismo. Ahora San Jacinto. ¿A quién le pide el ayuntamiento responsabilidades? ¿Se la pide a sus urbanistas, a las constructoras?... Cuando se tira con pólvora ajena del erario público, da igual que las chapuzas se multipliquen como las setas, y no precisamente las de la Encarnación, cuyo presupuesto se ha más que duplicado. ¿Dónde está el maestro armero?
Se han cargado la calle con este caprichito de la peatonalización, y milagro será que cualquier día tengan que pasar los bomberos y no puedan. Y si pueden, de nuevo las láminas luminosas rotas. Las prisas nunca han sido buenas, y para inaugurar esta calle se ha demostrado una prisa envidiable, tanta que se inauguró sin acabarse los bancos y sin haberle puesto las cubiertas a los alcorques de los árboles, lo que ha propiciado un serio accidente a un peatón en la reciente puesta a escena de esta calle de la "ciudad de las personas".
Se hizo la pavimentación de la calle Alfarería y hubo que levantarla a los pocos días. Se hizo el carril-autopista del puente, y lo mismo. Ahora San Jacinto. ¿A quién le pide el ayuntamiento responsabilidades? ¿Se la pide a sus urbanistas, a las constructoras?... Cuando se tira con pólvora ajena del erario público, da igual que las chapuzas se multipliquen como las setas, y no precisamente las de la Encarnación, cuyo presupuesto se ha más que duplicado. ¿Dónde está el maestro armero?
¡De pena!
(Fotografía de Paco Cazalla. El Correo de Andalucía)
(Fotografía de Paco Cazalla. El Correo de Andalucía)
He podido apreciar esta tarde que dichas láminas
ResponderEliminarestán rotas por numerosos puntos distintos.
A eso de las 17.00 horas, tanto un vehículo de bomberos y otro de CNP han tenido que adentrarse por San Jacinto para una emergencia y lo han hecho de forma parsimoniosa para evitar el contacto con las láminas.
Esto roza ya lo esperpéntico y bordea la estupidez supina.
Querido Paco: la estupidez supina no la asumió nunca ni Paco Arcas, ni la asume hoy día Esther Gil, ni la comprendió Moriñas. Bajo el manto sublime de Monteseirín, se han acaudalado todos los que creen que el centro de el mundo es el Poder, que puede pasar de mano en mano cada cuatro años.
ResponderEliminarTriana, fíjate, sin ellos y con ellos, sigue siendo ETERNA.
Hoy, en tertulia en la propia calle, observamos las chapuzas en directo. Increible como han recibido el asiento de madera a la base del banco; se ven las cabezas de los tornillos. EL asiento de madera es de mucha más longitud que el respaldo cerámico y esto hace degradar mucho más al mural cerámico. El carril bici está sin señalizar y hemos podido observar como los peatones y las bicicletas se mezclan en cualquier punto de la calle. También observamos que la calle carece practicamente de imbornales asi que ya veremos qué pasa cuando llueva con cierta intensidad.-
ResponderEliminarA ellos les da igual. Les lloverán las críticas, se tapan los oídos... y a cobrar del presupuesto.
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