Blancos mis costados,
blancas mis fachadas,
subiendo los blancos
la cuesta empinada,
bajando la cuesta
blanca mi mirada.
Blanco, blanco, blanco.
Blanco, blanco, blanco.
Ante tanto blanco
se encala mi alma.
Blanca Álora bendita.
Sobre la cuesta empinada
los blancos se resucitan.
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