Pobres estancias, pobres de solemnidad.
Ya ni siquiera vive la esperanza en Casares,
la que defendió con su sangre el padre del andalucismo histórico.
Sólo la cal, de la lejana sierra de Morón, pone una nota de armonía con su lenguaje.
Hasta el persianismo verde de la Andalucía de siempre topó con el PVC barato
Ya ni siquiera vive la esperanza en Casares,
la que defendió con su sangre el padre del andalucismo histórico.
Sólo la cal, de la lejana sierra de Morón, pone una nota de armonía con su lenguaje.
Hasta el persianismo verde de la Andalucía de siempre topó con el PVC barato
del ingrato y falso desarrollo.
Cosas peores pasan en las mejores familias.
Cosas peores pasan en las mejores familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario