Es una delicia leer y releer estas historias, con marcados tintes biográficos, del que fuera uno de los mejores fandangueros de la historia del flamenco: Manuel Vega García "El Carbonerillo". Detrás de estas páginas cuajadas de emoción hay una gran labor de investigación porque, como dice el autor, Manuel Bohórquez, eran pocos los que podían aportarle algún dato desconocido de interés y los que podían ofrecerle algunos, como las hermanas del cantaor, desconfiaban de la juventud del investigador.
El libro está escrito en un lenguaje muy coloquial y poco a poco nos va acercando al cantaor de La Macarena, a sus éxitos, a los espectáculos que compartió con las mejores figuras de su tiempo y a su completa obra discográfica, a las anécdotas que le ocurrió -graciosíma una ocurrida en Cantillana- y a su pronta muerte, con 31 años, en 1937.
La publicación goza de una excelente y añeja colección fotográfica que aún hace más agradable la lectura de este libro singular.
Edita: Diputación de Sevilla
Ciudad: Sevilla-1996
El libro está escrito en un lenguaje muy coloquial y poco a poco nos va acercando al cantaor de La Macarena, a sus éxitos, a los espectáculos que compartió con las mejores figuras de su tiempo y a su completa obra discográfica, a las anécdotas que le ocurrió -graciosíma una ocurrida en Cantillana- y a su pronta muerte, con 31 años, en 1937.
La publicación goza de una excelente y añeja colección fotográfica que aún hace más agradable la lectura de este libro singular.
Edita: Diputación de Sevilla
Ciudad: Sevilla-1996
Páginas: 152
ISBN: No consta
Depósito Legal: SE-1256-96
Depósito Legal: SE-1256-96
Uno de aquellos programas de las calles que más me emocionaron fue el dedicado a Don Fadrique, el postrero refugio de El Carbonerillo, aquel cantaor que hizo de las salidas fandangueras todo un cante por sí mismas. Debo ser un pésimo aficionado al flamenco cuando me emocionan tanto los buenos intérpretes de este estilo... Bueno, pues naturalmente llamé a Bohórquez (su precioso libro acababa de salir); nos habló, delante de la casa donde muriera, del personaje del que tanto sabía y rematamos con aquello de la pena grande que con lágrimas se llora..., ese fandango en el que la voz de El Carbonerillo queda flotando en la misma gloria una eternidad que, desde luego, es para llorar de la emoción.
ResponderEliminarSus fandangos fueron prodigio de originalidad. Obra maestra que muy bien puede compararse a la grandiosidad de una soleá o a la tragedia de una seguiriya.
ResponderEliminar¿Dónde se puede conseguir el libro sobre El Carbonerillo?
ResponderEliminarGracias
Puede comprarlo llamando al 659-284421 preguntando por Manuel Bohórquez, su autor.
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