NIÑO PERDIDO
A los pies de una torre ancha y fuerte
dejé un niño a la sombra de la vida
y a mi mala memoria se le olvida
que se quedó a capricho de su suerte.
Vengo a buscarlo a veces sin que acierte
a encontrar la pisada que en su huida
dejó su infancia que hoy envejecida
camina silenciosa hacia la muerte.
A los pies de una torre vigilante
siempre hay alguna flor que el tiempo agrisa
y en la que está el dolor junto a la risa.
Busco a un niño perdido cada instante
y en el ansia de hallarlo yo me olvido
de que yo soy aquel niño perdido.
A los pies de una torre ancha y fuerte
dejé un niño a la sombra de la vida
y a mi mala memoria se le olvida
que se quedó a capricho de su suerte.
Vengo a buscarlo a veces sin que acierte
a encontrar la pisada que en su huida
dejó su infancia que hoy envejecida
camina silenciosa hacia la muerte.
A los pies de una torre vigilante
siempre hay alguna flor que el tiempo agrisa
y en la que está el dolor junto a la risa.
Busco a un niño perdido cada instante
y en el ansia de hallarlo yo me olvido
de que yo soy aquel niño perdido.
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