FLORES AMARILLAS
Había en su risa sones de campana
que alegraba mi oriente y mi occidente
y su mirada luminosamente
competía con la luz. Cada mañana,
desbordada de amor su risa sana
era un río y un mar bajo mi puente.
También la vi llorar amargamente
su pena y la de otros. Por mi hermana
la memoria insaciable me interroga:
¿Fue tango de Gardel, o de Quiroga
fue un manojo de alegres tonadillas?
Tango y copla que evoco muchas veces
sonando entre los góticos cipreses
de su tumba con flores amarillas.
Había en su risa sones de campana
que alegraba mi oriente y mi occidente
y su mirada luminosamente
competía con la luz. Cada mañana,
desbordada de amor su risa sana
era un río y un mar bajo mi puente.
También la vi llorar amargamente
su pena y la de otros. Por mi hermana
la memoria insaciable me interroga:
¿Fue tango de Gardel, o de Quiroga
fue un manojo de alegres tonadillas?
Tango y copla que evoco muchas veces
sonando entre los góticos cipreses
de su tumba con flores amarillas.
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