Amigos españoles, por fin hemos ganado a Chile, el peor de nuestros grandes problemas en estos tiempos. ¡Hemos ganado, coño! ¡Hemos ganado y nos lo hemos merecido! ¿Quién decía que España estaba en horas bajas? Solamente el señor Rajoy y los suyos. Ahí, ahí nos tienen: cabeza de grupo enfrentándonos con los más gigantes de la historia: con Suiza, Honduras y Chile. ¡Toma ya!
En los bares no se cabía, y a más de una mujer, ante tal emoción de las jugadas y tantos saltos, se le veía entero el tirachinas de color ceñido en su culambrera. ¿No es hermoso? ¿No es apasionante? Podría estar en el paro, pasando hambre, ser pegada por su marido, abandonada de los servicios sociales, de la familia, malviviendo en una barriada marginal..., pero ganó España, su España, la Ezpañaaa roja de sus desheredados.
Sonaron miles de claxon por mi avenida. Se había ganado una batalla. España -es decir, medio Barcelona al que media España odia- había ganado un partido importante. Sonaron cohetes por el espacio de todas las ciudades, y más de uno, gracias a los goles de los jugadores del "Barsa", hasta harán el amor gracias a la victoria.
Se ha aumentado dos puntos el IVA, se nos ha rebajado nuestro poder adquisitivo, la mayoría de las familias no pueden irse de vacaciones, los jubilados ya no pueden pagarse ni los días septembrinos del Inserso, se aprueba la reforma laboral -la forma más sencilla de decir te echo cuando me dé la gana-, se ahoga hasta la asfixia a los autónomos, el IPC cae como el Betis y con él el PIB, el poco dinero se guarda como en los años 40 debajo de los ladrillos, y los que lo tienen abren cuentas numeradas en los bancos suizos, cada día se habilitan más comedores de caridad y duran varios años más las camisas, los lazarillos de Tormes nos rodean y no sólo por Castilla, la prostitución familiar aumenta porque hay que alimentar a la familia, la fe y la esperanza y la caridad han caido en picado... Todo ha caido, pero España sigue ahí, donde tiene que estar con estos pedazos de jugadores que no nos los merecemos.
Algún día, cuando la ilusión se rompa, cuando todo venga a su ser como la madre de los ríos en tiempos de bonanza, nos daremos cuenta que "La roja", como le han puesto, para no decir que es la selección española con medio Barcelona, ha sido un espejismo de unos días, por mucho que pueda ganar el mundial. Y tras él, ¿quién pondrá un plato sobre nuestra mesa?
Sonaron miles de claxon por mi avenida. Se había ganado una batalla. España -es decir, medio Barcelona al que media España odia- había ganado un partido importante. Sonaron cohetes por el espacio de todas las ciudades, y más de uno, gracias a los goles de los jugadores del "Barsa", hasta harán el amor gracias a la victoria.
Se ha aumentado dos puntos el IVA, se nos ha rebajado nuestro poder adquisitivo, la mayoría de las familias no pueden irse de vacaciones, los jubilados ya no pueden pagarse ni los días septembrinos del Inserso, se aprueba la reforma laboral -la forma más sencilla de decir te echo cuando me dé la gana-, se ahoga hasta la asfixia a los autónomos, el IPC cae como el Betis y con él el PIB, el poco dinero se guarda como en los años 40 debajo de los ladrillos, y los que lo tienen abren cuentas numeradas en los bancos suizos, cada día se habilitan más comedores de caridad y duran varios años más las camisas, los lazarillos de Tormes nos rodean y no sólo por Castilla, la prostitución familiar aumenta porque hay que alimentar a la familia, la fe y la esperanza y la caridad han caido en picado... Todo ha caido, pero España sigue ahí, donde tiene que estar con estos pedazos de jugadores que no nos los merecemos.
Algún día, cuando la ilusión se rompa, cuando todo venga a su ser como la madre de los ríos en tiempos de bonanza, nos daremos cuenta que "La roja", como le han puesto, para no decir que es la selección española con medio Barcelona, ha sido un espejismo de unos días, por mucho que pueda ganar el mundial. Y tras él, ¿quién pondrá un plato sobre nuestra mesa?
(Fotografía del diario Marca)
Buena reflexión, Emilio. Lo de "la Roja" me parece una estupidez muy propia del periodismo deportivo hispánico; el equipo uno más dentro de la general vulgaridad, sólo que con más suerte, y el ambiente en la calle absurdo, lo que prueba que cada vez somos más moldeables, más "cacho carne", a la medida de los que mandan en el mundo que, al fin y al cabo, son nuestros autores... y todos tan contentos.
ResponderEliminarLa selección es el nuevo "Lute" que siempre se le escapaba a Franco en los momentos más difíciles para distraer la atención. Ni más ni menos.
ResponderEliminarHola Emilio, soy Antonio R., cuando charlábamos el otro día en casa del amigo José L. Jiménez, llegamos a un punto en común compartido además por un familiar tuyo, creo recordar que esto salió a colación por una reflexión que me comentabas de tu hijo, respecto a como nos duele que nos traten como a tontos.
ResponderEliminarEstábamos hablando de que sentíamos en demasía que nos tratasen como a tontos en líneas generales. Pues bien lo de la Roja es otra de esas líneas sibilinas para explicar, un yo que se, que yo no entiendo, pero amigo, si que lo capto (además en toda su extensión, por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda), y por eso de mi enfado, porque realmente creen que nos la cuelan.
Nuestros gobernantes no son ellos como tal, da igual el títere que sea, aparte del mal gusto del asesor de mi imagen, tienen tufo de estar asesorados por psicólogos para llegar por la espalda y jugando al teto a la gente, aparte también del que se asesora además por padres, madres, algunos/as van a consultas de no se si exactamente Brujas, ó Santeras Africanas pagadas a precio de oro(cuando nos veamos te diré de quien se trata, a lo mejor tu ya lo sabes). Como te decía no es que tengan tufo, es que es así, solo hay que dejarse llevar por la brisa y lo notas en el sentir común de la piel, y como no del olfato.
Pues te comento Emilio, un cuarto de hora antes que empezara el partido le digo a mi mujer: nena vámonos a dar un paseo por el parque, el Parque de Miraflores lo tengo a tiro de piedra de mi casa, pues eso hice, y ya empezado el segundo tiempo nos sentamos en una terracita a tomarnos una cerveza y una de coquinas, no sabia ni como iba el partido, faltando dos minutos para el final y coincidiendo con el final de la segunda cerveza, entre al servicio del bar y vi en el televisor que España, ó la Roja, ó la Selección Española, ganaba 1-2 a Chile, como dijo en su día creo que Pepe Blanco; es una victoria de una España plural.
Emilio como estoy muy liao y ya no se de donde soy, ni de donde es la gente, ni de como nos quieren fuera de Sevilla, me quedo en que soy ciudadano del mundo, vacilo para mis adentros de mi ciudad y me vuelvo loco cada vez que mi Sevilla sale al Sanchéz Pizjuán.
Un abrazo.
P.D. Los psicólogos a los que acuden tanto los que gobiernan como los de la oposición son tela de malos, aunque a ellos les esta dando sus frutos en forma de money, que entre todos se reparten, unas veces tocan a más unos y otras veces a un poco menos, dentro del monopolio perfecto en el cual se han instalado y acomodado. ¡ Ay Oma ¿ yo de ahonde soy ? !
Antonio R. dice: más bien pregunta que dice: ¿ La guerra civil termino hace mucho.... ? Pues yo tó los días escucho tiros.
ResponderEliminar¡ AY Oma !
Es que quieren liarnos de tal manera que muy pocos saben qué es lo que pisan sus pies. Para estos casos, aunque nuestro corazón se caliente, hay que tener la mente muy fría. Ellos son ladrones de guante blanco, nosotros no. Ahí está la diferencia. Nosotros somos mejores. ¿Por qué? Porque, entre otras cosas, nos preocupamos más de España, de nuestro país, que ellos.
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