miércoles, 23 de junio de 2010

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: 1936-1950 (37)


Ayer, con el pasodoble taurino "Francisco Alegre", cerrábamos el primer capítulo sobre la vida y obra de Juanita Reina, y decía que hoy lo abriríamos con otro tema taurino: "Capote de grana y oro", para mí una de las mejores canciones de todo el repertorio de la artista. Ya he repetido en varias ocasiones de este paseo por las canciones de nuestras vidas que mis padres me llevaban con mucha frecuencia a los espectáculos de aquella época. A Conchita Piquer solamente la vi una vez, pero, por edad, a Juanita Reina y a Marifé de Triana he podido verlas en muchas ocasiones, tanto de pequeño como de mayor, e incluso tener cierta relación de amistad con ellas. Los estrenos de estas artistas en el Teatro San Fernando de Sevilla no tenían desperdicio. Marifé tiraba más de la "piompa" de aquellos años, y recuerdo cómo, desde el gallinero o paraíso, saltaban las voces de los mariquitas de turno: "Guapa, guapa y guapa", escuchándose alguna vez desde el patio de butacas y plateas: ¡A ver si se callan esos maricones! Con lo cual ya había una guerra de improperios que sólo callaba la orquesta mientras la artista se contoneba una y otra vez, de frente y en diagonal, por todo el escenario.

Con "Capote de grana y oro", que incluyó en varios espectáculos, y que estrena el año 1951 en el titulado "La niña valiente", estrenado en el Teatro Calderón de Valladolid, Juanita Reina logra un éxito sin precedentes. Se dice que Rafael de León escribió este pasosoble tras la trágica muerte de su amigo "Manolete" en la plaza de Linares el 29 de agosto de 1947, pero que por discreción no quiso citar su nombre en la copla, aunque todos los elementos de la misma apuntan hacia él. Se decía -siempre las lenguas de doble filo, tan clásica en la copla- que Juanita había tenido algo más que un romance con el torero cordobés, y que la discreción de Rafael de León fue por eso. Creo que no pudo ser porque "Manolete", desde 1943 en que Pastora Imperio le presenta en "Chicote" a la española de un pueblecito de Guadalajara -y no mexicana, como erróneamente siempre se ha dicho- Antoñita Bronchalo Lopesino "Lupe Sino", y hasta su muerte en Linares, no se separó jamás de ella. Por lo cual, si hubo algún romance tuvo que ser en los años 1941-1942.

Aquí, en esta interpretación, junto a "Señorío", es cuando se nota más la voz de contralto de la artista, esa voz gutural pero clara que tanto gustaba al público y muy poco a los críticos musicales de aquellos tiempos. En esta ocasión, si hermosa es la música, la iguala o supera la letra:

Que le pongan un crespón negro a la Mezquita,/ a la torre y sus campanas, a la reja y a la cruz,/ y que vistan negro luto las mocitas/ por la muerte de un torero caballero y andaluz./ De negro todos los cantes/ y las mujeres flamencas con negras batas de cola,/ de luto los maestrantes/ y la moña deslumbrante de la guitarra española.// Capote de grana y oro,/ alegre como una rosa,/ que te abrías ante el toro/ igual que una mariposa./ Capote de valentía/ de su vergüenza torera/ que a su cuerpo te ceñías/ lo mismo que una bandera./ Como reliquia y tesoro/ te llevo en el alma mía,/ capote de grana y oro.// Que le pongan lazo negro a la Giralda/ y a todos los minaretes de la Alhambra de Graná,/ y también a la bandera roja y gualda/ y un silencio en los clarines de la fiesta nacional./ Que lloren los bandoleros/ en los picachos más altos de la sierra cordobesa,/ que llore Madrid entero,/ las majas y los chisperos, los reyes y las princesas.// (Refrán).

Para conocer lo mejor de la obra de Juanita Reina, aparte de las canciones citadas, tendríamos que escuchar básicamente: "Yo soy esa", "Y sin embargo te quiero", "Madrina", "Lola la piconera", "Una cantaora", "Paca mora", "Como dos barquitos", "Carmen de España", "Soltera yo no me quedo", "El el último minuto", "Tengo miedo", "Cinco farolas", "Salomé" y "Dolores la golondrina". De este repertorio reducido, una de las más hermosas canciones es "Y sin embargo te quiero", una zambra con letra de Quintero y Rafael de León y música del maestro Quiroga, que se estrenó en el Teatro Reina Victoria de Madrid el 13 de febrero de 1948 dentro del espectáculo "Solera de España", incluyéndose al año siguiente en la película "Vendaval", dirigida por Juan de Orduña. Ha sido una de las canciones más versionadas, entre otras por la propia Piquer, Rocío Jurado o María José Santiago:

Me lo dijeron mil veces,/ mas yo nunca quise poner atención./ Cuando vinieron los llantos/ ya estabas muy dentro de mi corazón./ Te esperaba hasta muy tarde,/ ningún reproche te hacía;/ lo más que te preguntaba/ era que si me querías./ Y bajo tus besos en la madrugá,/ sin que tú notaras la cruz de mi angustia/ solía cantar:// Te quiero más que a mis ojos,/ te quiero más que a mi vía,/ más que al aire que respiro/ y más que a la madre mía./ Que se me paren los pulsos/ si te dejo de querer,/ que las campanas me doblen/ si te falto alguna vez./ Eres mi vida y mi muerte,/ te lo juro, compañero,/ no debía de quererte,/ no debía de quererte/ y sin embargo te quiero.// Vives con unas y otras/ y na se me importa de mi soledad;/ sabes que tienes un hijo/ y ni el apellido le vienes a dar./ Llorando junto a la cuna/ me dan las claras del día;/ ¡mi niño no tiene padre.../ qué pena de suerte mía!/ Anda, rey de España, vamos a dormir.../ Y, sin darme cuenta, en vez de la nana/ yo le canto así:// (Refrán).

Con letra y música de los mismos autores hay una excelente zambra-canción que escribieron para ella en 1952 y que se estrenó en el espectáculo "Puerto de los amores" en el Teatro Lope de Vega de Sevilla: "Yo soy esa", que se incluyó al año siguiente en la película "Aeropuerto", dirigida por Luis Lucía. Por el tema de la letra, la mujer que se tira a la prostitución, esta canción estuvo prohibida por la censura durante muchos años, a pesar de haber sido cantada en los escenarios y llevada a la gran pantalla, levantándose el veto el año 1967 -Manuel Francisco Reina, dixit-. Es también una de las más hermosas canciones de esta década de los 50:

Yo era luz del alba, espuma del río,/ candelita de oro puesta en un altar;/ yo era muchas cosas que ya se han perdío/ en los arenales de mi voluntad./ Y ahora soy lo mismo que un perro sin amo,/ que ventea el sitio donde va a morir./ Si alguien me pregunta que cómo me llamo,/ me encojo de hombros y contesto así:// Yo soy... esa.../ Esa oscura clavelilla/ que va de esquina en esquina/ volviendo atrás la cabeza./ Lo mismo me llaman Carmen,/ que Lolilla, que Pilar...,/ con lo que quieran llamarme/ me tengo que conformar./ Soy la que no tiene nombre,/ la que a nadie le interesa,/ la perdición de los hombres,/ la que miente cuando besa./ Ya lo sabes..., yo, soy esa...// Un mocito bueno, color de aceituna,/ pudo ser la tabla de mi salvación:/ "Como a ti te quiero no quise a ninguna,/ te ofrezco la rosa de mi corazón."/ Y yo que mintiendo me gano la vía,/ me sentí orgullosa del cariño aquel,/ y para pagarle lo que me quería/ con cuatro palabras lo desengañé:// (Refrán).

Y vamos a terminar por hoy con una alegrísima canción de los mismos autores, inspirada en la obra dramática de Pemán "Cuando las Cortes de Cádiz", que bordaba Juanita Reina en el escenario: "Lola la Piconera" (1951), que incluye en la película del mismo nombre, dirigida por Luis Lucía, estrenada en Bilbao:

Los militares y los paisanos/ llevan mi nombre como bandera./ Y dicen todos los gaditanos:/ Lola, Lolita la Piconera./ Desde Puerta Tierra al barrio La Viña,/ ¡Señores, qué guerra! ¡Ay, Lola, Lolita,/ qué forma esta niña, qué forma esta niña!// ¿Dónde vas tan bonita/ Lola, Lolita la Piconera?/ Que a la vez que va andando/ va derramando la primavera./ A cantar en un tablao/ las espinas de un querer,/ que en la boca le han dejao/ la amargura de la hiel./ Con que viva Andalucía,/ y la pena que se muera,/ lo que vale es la alegría/ y esa copla tan sentía/ que canta Lola,/ Lola, Lolita la Piconera.// A los que sufren el mal de amores/ sin ser ni bruja ni curandera,/ los pone buenos de sus dolores/ Lola, Lolita la Piconera./ Pues tengo yo un cante pa los amoríos/ que curan al amante./ ¡Ay, Lola, Lolita, de pena y de olvido,/ de pena y olvido.// (Refrán).

Fue, sin duda, la gran década de esta gran artista que no paraba de trabajar y de crear nuevos espectáculos de la mano de Antonio Quintero, Rafael de León y el maestro Manuel López-Quiroga. Mañana continuaremos.


(En la fotografía, Juanita Reina)

1 comentario:

  1. Buenas tardes,
    en realidad no es un comentario a esta entrada pero al buscar en google me salió esta página. Al ver el contenido quería aprovechar para preguntarle si por casualidad sabe quién canta una canción que dice:

    "Giralda, ALhambra, Mezquita
    mi tierra vale un imperio
    mi tierra es algo muy serio
    mi tierra es la mas bonita...

    mi tierra cristiana y mora
    mi tierra canta y llora..."

    Es lo que recuerdo.

    La cantaba un grupo , eran hombres.

    Gracias.

    tupalomita-ar@hotmail.com

    Mi correo por si puede darme información.

    Gracias de nuevo.

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