Hace unos días hablábamos de pasada de Gracia Jiménez Zayas, "Gracia de Triana", recordando algunos apuntes de sus canciones y la composición que hizo tan famosa: "La hija de don Juan Alba", con letra de Francisco Infantes y música del maestro Luis Rivas. Hoy pensamos extendernos más en su obra, una obra que goza de títulos que han llegado hasta nuestros días y otros que se perdieron en el olvido. Gracia de Triana fue el lado opuesto al de su paisana Antoñita Colomé. Mientras Antoñita fue una gran actriz y regular cantante, Gracia de Triana no servía especialmente para la gran pantalla, pero sí era una gran cantaora flamenca y una excelente cancionista, amén de extraordinaria intérprete de saetas. Para conocer bien su obra cinematográfica y algunos detalles de su vida, les recomiendo la lectura del libro "Triana. Un barrio de cine", de Ángel Vela (RDeditores. Sevilla, 2008), en sus páginas 358 a 361, y "La Copla. Canción popular española" (Planeta-De Agostini. Barcelona, 1991) de José Ramón Pardo, páginas 188-189.
Una de las composiciones que cantaba Gracia de Triana por bulerías fue la célebre "Los limoneros", con letra de Ramón Perelló y música de Daniel Montorio:
Cuando el sol va dorando/ los limoneros, los limoneros,/ ya viene mi huertana/ por el sendero, por el sendero./ Por el sendero viene,/ viene cantando, viene cantando:/ "Mi cariño en el huerto/ me está esperando, me está esperando"./ Doblan sus ramas,/ los limoneros, los limoneros./ Doblan sus ramas/ los limoneros, los limoneros,/ repitiendo conmigo:/ "Por ti me muero, por ti me muero"./ ¡Ay, ay, ay, ay, limonero,/ ay, ay, ay, ay, limonar!/ Como la quiero, la quiero/ nadie jamás la querrá./ ¡Ay, limonero, ay limonero,/ ten compasión!/ Dile tú que por ella se muere,/ se está muriendo mi corazón;/ dile que por ella se muere,/ se está muriendo mi corazón./ Gargantillas de oro/ voy a mercarle,/ y unos zarcillos finos/ como corales, como corales,/ y pa su pelo negro/ y pa su pelo negro, ¡ay, pa su pelo!/ peinecillos que brillen/ como luceros, como luceros.
Una de las composiciones que cantaba Gracia de Triana por bulerías fue la célebre "Los limoneros", con letra de Ramón Perelló y música de Daniel Montorio:
Cuando el sol va dorando/ los limoneros, los limoneros,/ ya viene mi huertana/ por el sendero, por el sendero./ Por el sendero viene,/ viene cantando, viene cantando:/ "Mi cariño en el huerto/ me está esperando, me está esperando"./ Doblan sus ramas,/ los limoneros, los limoneros./ Doblan sus ramas/ los limoneros, los limoneros,/ repitiendo conmigo:/ "Por ti me muero, por ti me muero"./ ¡Ay, ay, ay, ay, limonero,/ ay, ay, ay, ay, limonar!/ Como la quiero, la quiero/ nadie jamás la querrá./ ¡Ay, limonero, ay limonero,/ ten compasión!/ Dile tú que por ella se muere,/ se está muriendo mi corazón;/ dile que por ella se muere,/ se está muriendo mi corazón./ Gargantillas de oro/ voy a mercarle,/ y unos zarcillos finos/ como corales, como corales,/ y pa su pelo negro/ y pa su pelo negro, ¡ay, pa su pelo!/ peinecillos que brillen/ como luceros, como luceros.
Otra de las más conocidas, aunque años más tarde sonó más en la versión de su paisana Carmen Florido y en la de Lolita Sevilla, fue "Una jaca cartujana", un pasodoble de Cantabrana y el maestro Moradiellos:
Llegó nuestra horita buena/ me dijo una madrugá,/ ponte bonita, serrana,/ que tengo mi jaca pa ti engalaná./ Que las campanitas tocan/ a la horita del querer/ y llevándote a la grupa/ entre los mocitos/ yo presumiré.// Una jaca cartujana/ y un sombrero cordobés/ para llevarte a la feria, serrana,/ ayer tarde te compré./ Ponte el pañuelo de talle/ prendido en el clavelón/ y tu bata de percal/ para que la gente diga:/ "Mira qué bonita va"// La miraban tos los hombres/ y él en vez de presumir/ se veía en su carita/ que aquellas miradas/ le hacían sufrir./ Ni en casetas ni en colmaos/ nos paramos a beber,/ y el mocito iba diciendo:/ los celos marditos/ dan fuerza al querer.// (Refrán).
Quizás una de las más famosas que grabase la artista fue "Los aceituneros", también con ritmo de bulerías, con letra y música de Nicolás Callejón -que fue su protector, casi su padre- y de Genaro Monreal. La grabó en 1941, y años más tarde la incluiría en su repertorio su paisana Marifé:
Mare, yo tengo un novio aceitunero/ que tiene vareando mucho salero./ Cuando me ve me dice:/ "Voy a morir por ti"./ Mare yo tengo un novio aceitunero,/ que aceitunero me gusta a mí.// Dale a la vara,/ dale bien que las verdes son las más caras,/ y las negras pa ti, tipití, tipití, tipití,/ que voy con la estera/ ay, que voy detrás de ti./ Y mientras tanto te contaré/ las cositas que paso por tu querer.// Cogiendo la aceituna el me decía/ con palabritas dulces que me quería./ Se acabó la faena, y no lo he vuelto a ver/ cogiendo la aceituna, y el me decía/ que se moría por mi querer.// (Refrán).
Dentro de la gran producción de Gracia de Triana, bastante más acercada al flamenco que a la copla, tenemos que destacar la canción por bulerías que la hizo tan popular y que aún hoy, con el paso del tiempo, es una de sus mejores interpretaciones. Me refiero a las bulerías "Que buena soy" (1941), con letra de Pérez Ortiz y música del maestro Rivas, aunque en algunos tratados se la atribuyen a Carmelo Larrea. Nos inclinamos por Rivas porque fue uno de los grandes compositores de la artista y porque así está referenciado en los discos de Gracia:
Por una copla gitana,/ con un sentir bien marcao,/ dan los gachés de Triana/ lo que en un año han ganao./ ¡Ay, qué te quiero gitano del alma,/ aunque no pienses lo mismo que yo!/ Besando las flores me paso la vía,/ besando las flores de mayo y abril,/ porque las flores de la serranía/ me alivian las penas/ que siento por ti.// Me dicen tós que soy buena,/ y yo me creo que soy mala,/ por qué no arranco esta pena/ que escrita llevo en mi alma./ Qué buena soy, qué mala soy.// Lo que más quiero en mí vía,/ aunque es mi fataliá,/ son las penas y alegrías/ que este gitano me da./ ¡Ay, qué te quiero gitano del alma, aunque no pienses lo mismo que yo!/ Triana del alma/ porque eres la reina/ te abrazan las flores y el Guadalquivir,/ la Torre del Oro la llevas por peina/ y encierras la cuna del arte cañí.// (Refrán).
Los tanguillos "Copla en la noche" (1942) fue otro de los estrenos de Gracia de Triana, con letra de Montoro y música del extremeño Juan Solano. La verdad es que es una de las coplas que no ha llegado a la memoria de nuestros días y que sólo se ha quedado en los archivos de los aficionados a este tema tan gigantesco como variopinto:
Una venta en el camino/ y en la venta una mujer,/ y metía entre sus carnes/ una copla y un querer./ Dicen que cantaba al viento/ al llegar la oscuriá,/ y el viento lleva su cante/ por vereas y caminos/ hasta cerca de la mar.// ¡Qué bien canta,/ qué bien canta,/ qué bien canta esta mujer,/ tiene en el pecho una espina,/ ay, ay, ay,/ tiene en el pecho una espina/ y en los labios un clavel...
Sin duda la primera canción de éxito de Gracia de Triana fue "Ovejitas blancas", una especie de canción de serranas por bulerías con letra de Perelló y Palma y música del maestro Monreal, que se lleva a la gran pantalla en 1945 en la película "Castañuela", y que fue estrenada en el cine Avenida de Madrid. Es la primera película en la que Gracia de Triana actua como protagonista:
Mis ovejas son blancas y con lunares,/ con las que tengo negras, cuarenta pares,/ y en el otoño, niño, y en el otoño,/ cuando no comen hierba/ comen madroños.// Una cordera blanca que yo tenía,/ que yo tenía,/ con la flor de la jara se mantenía./ Se mantenía, mare, se mantenía,/ una cordera blanca que yo tenía,/ que yo tenía.// Tiene mi ovejita vellón rizao/ y un cordero merino yo le he mercao,/ y si Dios quiere, niña,/ y si Dios quiere,/ tendrá veinte corderos/ pa el mes que viene.// (Refrán).
Llegó nuestra horita buena/ me dijo una madrugá,/ ponte bonita, serrana,/ que tengo mi jaca pa ti engalaná./ Que las campanitas tocan/ a la horita del querer/ y llevándote a la grupa/ entre los mocitos/ yo presumiré.// Una jaca cartujana/ y un sombrero cordobés/ para llevarte a la feria, serrana,/ ayer tarde te compré./ Ponte el pañuelo de talle/ prendido en el clavelón/ y tu bata de percal/ para que la gente diga:/ "Mira qué bonita va"// La miraban tos los hombres/ y él en vez de presumir/ se veía en su carita/ que aquellas miradas/ le hacían sufrir./ Ni en casetas ni en colmaos/ nos paramos a beber,/ y el mocito iba diciendo:/ los celos marditos/ dan fuerza al querer.// (Refrán).
Quizás una de las más famosas que grabase la artista fue "Los aceituneros", también con ritmo de bulerías, con letra y música de Nicolás Callejón -que fue su protector, casi su padre- y de Genaro Monreal. La grabó en 1941, y años más tarde la incluiría en su repertorio su paisana Marifé:
Mare, yo tengo un novio aceitunero/ que tiene vareando mucho salero./ Cuando me ve me dice:/ "Voy a morir por ti"./ Mare yo tengo un novio aceitunero,/ que aceitunero me gusta a mí.// Dale a la vara,/ dale bien que las verdes son las más caras,/ y las negras pa ti, tipití, tipití, tipití,/ que voy con la estera/ ay, que voy detrás de ti./ Y mientras tanto te contaré/ las cositas que paso por tu querer.// Cogiendo la aceituna el me decía/ con palabritas dulces que me quería./ Se acabó la faena, y no lo he vuelto a ver/ cogiendo la aceituna, y el me decía/ que se moría por mi querer.// (Refrán).
Dentro de la gran producción de Gracia de Triana, bastante más acercada al flamenco que a la copla, tenemos que destacar la canción por bulerías que la hizo tan popular y que aún hoy, con el paso del tiempo, es una de sus mejores interpretaciones. Me refiero a las bulerías "Que buena soy" (1941), con letra de Pérez Ortiz y música del maestro Rivas, aunque en algunos tratados se la atribuyen a Carmelo Larrea. Nos inclinamos por Rivas porque fue uno de los grandes compositores de la artista y porque así está referenciado en los discos de Gracia:
Por una copla gitana,/ con un sentir bien marcao,/ dan los gachés de Triana/ lo que en un año han ganao./ ¡Ay, qué te quiero gitano del alma,/ aunque no pienses lo mismo que yo!/ Besando las flores me paso la vía,/ besando las flores de mayo y abril,/ porque las flores de la serranía/ me alivian las penas/ que siento por ti.// Me dicen tós que soy buena,/ y yo me creo que soy mala,/ por qué no arranco esta pena/ que escrita llevo en mi alma./ Qué buena soy, qué mala soy.// Lo que más quiero en mí vía,/ aunque es mi fataliá,/ son las penas y alegrías/ que este gitano me da./ ¡Ay, qué te quiero gitano del alma, aunque no pienses lo mismo que yo!/ Triana del alma/ porque eres la reina/ te abrazan las flores y el Guadalquivir,/ la Torre del Oro la llevas por peina/ y encierras la cuna del arte cañí.// (Refrán).
Los tanguillos "Copla en la noche" (1942) fue otro de los estrenos de Gracia de Triana, con letra de Montoro y música del extremeño Juan Solano. La verdad es que es una de las coplas que no ha llegado a la memoria de nuestros días y que sólo se ha quedado en los archivos de los aficionados a este tema tan gigantesco como variopinto:
Una venta en el camino/ y en la venta una mujer,/ y metía entre sus carnes/ una copla y un querer./ Dicen que cantaba al viento/ al llegar la oscuriá,/ y el viento lleva su cante/ por vereas y caminos/ hasta cerca de la mar.// ¡Qué bien canta,/ qué bien canta,/ qué bien canta esta mujer,/ tiene en el pecho una espina,/ ay, ay, ay,/ tiene en el pecho una espina/ y en los labios un clavel...
Sin duda la primera canción de éxito de Gracia de Triana fue "Ovejitas blancas", una especie de canción de serranas por bulerías con letra de Perelló y Palma y música del maestro Monreal, que se lleva a la gran pantalla en 1945 en la película "Castañuela", y que fue estrenada en el cine Avenida de Madrid. Es la primera película en la que Gracia de Triana actua como protagonista:
Mis ovejas son blancas y con lunares,/ con las que tengo negras, cuarenta pares,/ y en el otoño, niño, y en el otoño,/ cuando no comen hierba/ comen madroños.// Una cordera blanca que yo tenía,/ que yo tenía,/ con la flor de la jara se mantenía./ Se mantenía, mare, se mantenía,/ una cordera blanca que yo tenía,/ que yo tenía.// Tiene mi ovejita vellón rizao/ y un cordero merino yo le he mercao,/ y si Dios quiere, niña,/ y si Dios quiere,/ tendrá veinte corderos/ pa el mes que viene.// (Refrán).
Habría que integrar entre sus grandes éxitos una canción, especie de tanguillo y danzón cubano, muchísimas veces versionado (Sara Montiel, Isabel Pantoja, Carlos Cano) y totalmente anclado en la memoria colectiva: "Niña Isabel" (1944), con letra de Alejo Montoro y música de Juan Solano. Su grabación es, además, perfecta y nítida en nuestros días, siendo una maravilla la música del maestro Solano:
En el café del vapor/ de la bahía cubana,/ cantaba niña Isabel,/ que era la flor de La Habana./ Cantaba para la gente/ de la tierra y de la mar,/ y nadie vio que una pena/ se enredaba en su cantar./ ¡Que cante niña Isabel!,/ grita la marinería/ y canta la flor morena/ casi muerta, casi fría...// Ay, niña Isabel,/ que tiene los ojos de noche cubana./ Ay, niña Isabel,/ que tiene los labios de miel de banana./ Me mata una pena... me mata un querer/ que va por los mares vestida de añil,/ ¡ay, niña Isabel!,/ que si al agua se van tus suspiros/ me voy de La Habana siguiéndote a ti.// En el café del vapor/ no canta ya la cubana./ Un marinero español/ se la llevó una mañana./ Vestida de azules claros/ fue más dichosa en la mar/ ya libre de aquella pena/ que mataba su cantar:/ ¡Que cante niña Isabel!/ hoy grita su marinero,/ y desde lejos La Habana/ canta alegre al mundo entero.// (Refrán).
Nos quedamos sin espacio, por hoy, para, aparte del cancionero que hemos mencionado, dejar las letras de "Cantillanera", una hermosísima composición con aires semanasanteros a la Virgen de la Asunción; "Alegrías del pañuelo", "Paquiro", "Yo no te puedo querer", "El aperaó", "No vayas a la sierra", "La Venta de los Gatos", "Titirimundi", "Los Pastorcitos", "Custodia la jerezana" o "Sevillanas de la Cava". Espero incluirlas cuando hagamos una a una las biografías por épocas de cada uno de los artistas que las compusieron.
(En la fotografía, Gracia de Triana)
En el café del vapor/ de la bahía cubana,/ cantaba niña Isabel,/ que era la flor de La Habana./ Cantaba para la gente/ de la tierra y de la mar,/ y nadie vio que una pena/ se enredaba en su cantar./ ¡Que cante niña Isabel!,/ grita la marinería/ y canta la flor morena/ casi muerta, casi fría...// Ay, niña Isabel,/ que tiene los ojos de noche cubana./ Ay, niña Isabel,/ que tiene los labios de miel de banana./ Me mata una pena... me mata un querer/ que va por los mares vestida de añil,/ ¡ay, niña Isabel!,/ que si al agua se van tus suspiros/ me voy de La Habana siguiéndote a ti.// En el café del vapor/ no canta ya la cubana./ Un marinero español/ se la llevó una mañana./ Vestida de azules claros/ fue más dichosa en la mar/ ya libre de aquella pena/ que mataba su cantar:/ ¡Que cante niña Isabel!/ hoy grita su marinero,/ y desde lejos La Habana/ canta alegre al mundo entero.// (Refrán).
Nos quedamos sin espacio, por hoy, para, aparte del cancionero que hemos mencionado, dejar las letras de "Cantillanera", una hermosísima composición con aires semanasanteros a la Virgen de la Asunción; "Alegrías del pañuelo", "Paquiro", "Yo no te puedo querer", "El aperaó", "No vayas a la sierra", "La Venta de los Gatos", "Titirimundi", "Los Pastorcitos", "Custodia la jerezana" o "Sevillanas de la Cava". Espero incluirlas cuando hagamos una a una las biografías por épocas de cada uno de los artistas que las compusieron.
(En la fotografía, Gracia de Triana)
Hola,les he visitado por que mi padre(que tiene un grupo de cante de la trcera edad aqui en moral de calatrava) esta buscando una letra de una cancion llamada CUSTODIA LA JEREZANA (PASODOBLE)si algien mela pudiera mandar por emil le estariamos muy agradecidos.muchas gracias.MI CORREO ES ELEVASUR@HOTMAIL.COM
ResponderEliminarHello, could you please publish las letras de No vaya a la sierra, so I can learn it? I think this music is fabulous, and Gracias' voice beautifully unique. Thank you, Gracias.
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