
Estoy con el papel sobre la mesa
y la mano derecha tan cansada
que pienso que es mejor no escribir nada
para no verme el alma en letra impresa.
Tengo la mano izquierda en la cabeza
y perdida sin norte la mirada
por un mar interior donde está anclada
de antiguo mi alegría y mi tristeza.
Confuso entre memoria y olvidanza,
mi pobre corazón en rebeldía
no entiende que vivir descorazona.
...Menos mal que heredé fe y esperanza
de mi madre que siempre repetía:
-La Virgen de las Huertas no abandona.
Acabo de llegar de la Biblioteca Nacional donde he visionado una expoisción sobre Raquel Meller. Está muy bien.
ResponderEliminarPero me ha llamado la atención una fotografía en la que está Raquel con Chaplín.
¿Es auténtica o es un montaje?
Un saludo.
No nos has enviado la fotografía, pero qué duda cabe que puede ser auténtica.
ResponderEliminar