viernes, 7 de mayo de 2010

LA HERMOSURA DE LOS PATIOS CORDOBESES

Ya se pueden visitar en pleno esplendor los patios cordobeses, esa explosión de hermosura, luz y color que corre desde el Alcázar Viejo y San Basilio, hasta la Axerquía, San Agustín, San Lorenzo o Santa Marina.
Caminar por estas calles y entrar en esos recintos vecinales a cualquier hora del día, es un auténtico placer, un remanso para el espíritu y un milagro para los ojos. No hay que buscar nada más, sino el sol reverberando en las blancas paredes, en la mínima fuente o en el pozo, en las losas o los enchinados del recinto.

Sólo el aroma y el color de las flores y la vegetación, nos harán sentirnos en otro mundo, lejos de las prisas, para sumergirnos en un mínimo paraíso de sensaciones.

Es el mes de mayo. El mes de Córdoba, en el que se van entrelazando día a día las cruces callejeras, la jaranera cata y la feria. Pero la Córdoba íntimista es ésta: la del mimo y cuidado del espacio vital, la de la cal brillando, la de las macetas estallando de geranios y claveles, donde en los rincones se engancha la hiedra y sube la buganvilla milagreando rojos hasta el alto cobertizo.

Disfruten amigos, de este anual misterio de una primavera encendida en los corrales donde habita el pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario