"El relicario" fue otra de las grandes composiciones del maestro Padilla, con letra de Armando Oliveros y Castellví, y estrenada también, en 1914, por la gran Raquel Meller. Al igual que "La violetera", ha sido un pasodoble versionado muchas veces, aunque ninguna de estas versiones llegaron nunca a la categoría que ella le imprimió. Por algo fue considerada como la artista española más internacional del siglo XX.
Un día de San Eugenio,/ yendo hacia el Prado, lo conocí,/ era el torero de más tronío/ y el más castizo de tó Madrid./ Iba en calesa,/ pidiendo guerra,/ y yo al mirarle/ me estremecí,/ y él al notarlo, bajó del coche/ y muy garboso, se vino a mí,/ tiro la capa con gesto altivo,/ y descubriéndose, me dijo así:/ Pisa morena,/ pisa con garbo,/ que un relicario,/ que un relicario/ te voy a hacer/ con el trocito de mi capote/ que haya pisado tan lindo pie./ Un lunes abrileño/ él toreaba y a verlo fui,/ nunca lo hiciera que aquella tarde/ de sentimiento creí morir./ Al dar un lace/ cayó en la arena,/ se sintió herido,/ miró hacia mí/ y un relicario/ sacó del pecho/ que yo enseguida/ reconocí./ Cuando el torero/caía inerte/ en su destino/ decía así:/ Pisa morena, pisa con garbo/ que un relicario,/ que un relicario/ te voy a hacer/ con el trocito de mi capote/ que haya pisado tan lindo pie.
En la película "El último cuplé", dirigida por Juan de Orduña en 1957, cuya protagonista era Sara Montiel, aparte del célebre chotis "Fumando espero", se incluye "El Relicario", y de nuevo este pasodoble, gracias al enorme éxito de la película, vuelve a revitalizarse y a propagarse, una vez más, entre todos los amantes de este género, que ya no era nada de ínfimo.
Aunque hubo dos versiones cinematográficas, en 1927 y 1933, no será hasta 1970 cuando, con la dirección de Rafael Gil, guión de Rafael J. Salvia y con la colaboración del torero murciano Miguel Mateo "Miguelín", "El Relicario" se haga de nuevo popular en la voz de Carmen Sevilla, protagonista de esta película junto a Arturo Fernández, Manolo Gómez Bur, Rafael Alonso y Tomás Blanco, entre otros.
Curiosamente, hay una versión humorística de este pasodoble escrito e interpretado por un tocayo mío de nombre y apellido: Emilio Jiménez, al que ustedes conocen de sobra como "Emilio El Moro", un melillense gran aficionado al flamenco, que ganó numerosos premios con los "palos" más serios, pero al que ganó su vena humorística. Yo recuerdo verlo de chiquillo cuando mis padres me llevaban al Teatro San Fernando a ver los espectáculos de Juanita Reina o Marifé, en los que siempre iba como figura destacada. Con sus parodias, como esta de "El Relicario", ganó muchísimo dinero y grabó infinidad de discos. Alguien le llamó "El rey de la Belter". Siempre le recuerdo con sus babuchas, su chilaba y su fez, y cómo en muchas ocasiones de su actuación se ponía la guitarra a la espalda y así la tocaba. Esta fue su versión literaria: En un día de feria/ y haciendo churros lo conocí./ Era el torero de los avisos/ y a pasar hambre me fui con él./ Estuvo diez años sin dar un golpe/ y a los catorce lo pude ver./ La plaza estaba de bote en bote/ y él solo en aquel redondel,/ poniendo anuncios sobre la arena/ y disfrazado de Licor 43./ Pisa, morena,/ písate un callo/ que el grito se oiga,/ se oiga el grito en Nueva York./ Con un trocito de esparadrapo,/ y al otro día/ ya pueden darte otro pisotón./ Llegó a ser un torero/ como Velázquez y Gregory Peck,/ pero en dos años no vio una gorda/ pues pa algodones nunca ahorré./ Al dar un lance/ salió lanzado,/ con la cabeza/ dio en la pared./ La muletilla se la encontraron/ en una aldea de Santander,/ y de la montera nunca se supo,/ creo que la tiene un portugués./ Vuelve a pisar, morena,/ pisa descalza que una alpargata,/ que unas sandalias te ví a comprar./ Con lo que ahorre esta temporada/ lo pasaremos, lo pasaremos/ bastante mal.
Un día de San Eugenio,/ yendo hacia el Prado, lo conocí,/ era el torero de más tronío/ y el más castizo de tó Madrid./ Iba en calesa,/ pidiendo guerra,/ y yo al mirarle/ me estremecí,/ y él al notarlo, bajó del coche/ y muy garboso, se vino a mí,/ tiro la capa con gesto altivo,/ y descubriéndose, me dijo así:/ Pisa morena,/ pisa con garbo,/ que un relicario,/ que un relicario/ te voy a hacer/ con el trocito de mi capote/ que haya pisado tan lindo pie./ Un lunes abrileño/ él toreaba y a verlo fui,/ nunca lo hiciera que aquella tarde/ de sentimiento creí morir./ Al dar un lace/ cayó en la arena,/ se sintió herido,/ miró hacia mí/ y un relicario/ sacó del pecho/ que yo enseguida/ reconocí./ Cuando el torero/caía inerte/ en su destino/ decía así:/ Pisa morena, pisa con garbo/ que un relicario,/ que un relicario/ te voy a hacer/ con el trocito de mi capote/ que haya pisado tan lindo pie.
En la película "El último cuplé", dirigida por Juan de Orduña en 1957, cuya protagonista era Sara Montiel, aparte del célebre chotis "Fumando espero", se incluye "El Relicario", y de nuevo este pasodoble, gracias al enorme éxito de la película, vuelve a revitalizarse y a propagarse, una vez más, entre todos los amantes de este género, que ya no era nada de ínfimo.
Aunque hubo dos versiones cinematográficas, en 1927 y 1933, no será hasta 1970 cuando, con la dirección de Rafael Gil, guión de Rafael J. Salvia y con la colaboración del torero murciano Miguel Mateo "Miguelín", "El Relicario" se haga de nuevo popular en la voz de Carmen Sevilla, protagonista de esta película junto a Arturo Fernández, Manolo Gómez Bur, Rafael Alonso y Tomás Blanco, entre otros.
Curiosamente, hay una versión humorística de este pasodoble escrito e interpretado por un tocayo mío de nombre y apellido: Emilio Jiménez, al que ustedes conocen de sobra como "Emilio El Moro", un melillense gran aficionado al flamenco, que ganó numerosos premios con los "palos" más serios, pero al que ganó su vena humorística. Yo recuerdo verlo de chiquillo cuando mis padres me llevaban al Teatro San Fernando a ver los espectáculos de Juanita Reina o Marifé, en los que siempre iba como figura destacada. Con sus parodias, como esta de "El Relicario", ganó muchísimo dinero y grabó infinidad de discos. Alguien le llamó "El rey de la Belter". Siempre le recuerdo con sus babuchas, su chilaba y su fez, y cómo en muchas ocasiones de su actuación se ponía la guitarra a la espalda y así la tocaba. Esta fue su versión literaria: En un día de feria/ y haciendo churros lo conocí./ Era el torero de los avisos/ y a pasar hambre me fui con él./ Estuvo diez años sin dar un golpe/ y a los catorce lo pude ver./ La plaza estaba de bote en bote/ y él solo en aquel redondel,/ poniendo anuncios sobre la arena/ y disfrazado de Licor 43./ Pisa, morena,/ písate un callo/ que el grito se oiga,/ se oiga el grito en Nueva York./ Con un trocito de esparadrapo,/ y al otro día/ ya pueden darte otro pisotón./ Llegó a ser un torero/ como Velázquez y Gregory Peck,/ pero en dos años no vio una gorda/ pues pa algodones nunca ahorré./ Al dar un lance/ salió lanzado,/ con la cabeza/ dio en la pared./ La muletilla se la encontraron/ en una aldea de Santander,/ y de la montera nunca se supo,/ creo que la tiene un portugués./ Vuelve a pisar, morena,/ pisa descalza que una alpargata,/ que unas sandalias te ví a comprar./ Con lo que ahorre esta temporada/ lo pasaremos, lo pasaremos/ bastante mal.
Puede decirse, casi sin temor de error, que tanto "La violetera" como "El relicario", ambas como hemos anotado del maestro Padilla, fueron las dos canciones más famosas y versionadas de todas las que nacieron antes de 1936, etapa que también estudiaremos en su momento.
Desde que tuve noción de quien fue, siempre le tuve una admiración especial a Raquel Meller. Está considerada, según todas las opiniones, la mejor "Carmen", el personaje que más veces versionó el cine, y eso que era aragonesa de cuna y que las tonadillas y los cuplés, aunque bien timbrados y con encanto, salieron de sus labios faltos del salobre del Guadalquivir. Su vinculación artística con Triana era y es indudable. Al margen de "Carmen", en la película "La gitana blanca" (1923)se casa con un torero apodado "El Trianero"; en Londres aplauden su "Rosa de Triana", el pasodoble de Quintero y Guerrero... "Se llamaba Rosa y era de Triana...", y estuvo preparada para convertirse en "Lola Triana", película inacabada por culpa del triste verano de 1936 con guión de Pemán. Rodó en Sevilla ("Violetas imperiales"),actuó en teatros sevillanos y visitó la ciudad como turista... y lo que daría por una foto de ella en el Altozano.
ResponderEliminarLa verdad es que tuvo que ser una artistas sensacional según todos los libros de la época que hablan de ella. El único defecto que tenía, al parecer, es que se apropiaba de los cuplés de éxito de las compañeras, a los que ella ciertamente engrandecía.
ResponderEliminarHola a toda la tertulia del Ancla! Estoy muy encantado a haber encontrado este blog. Soy la alemana que ha vivido unos años aqui en Triana y todavia tengo mi colección de azulejos y losetas de cemento. Como no veo otro possibilidad de contacto, dejo aqui mi email: strick_else@yahoo.de y mi blog: www.susannes-sammelsurium.blogspot.com, donde he puesto unos imágenes de losetas de Manuel Carriedo. Por favor, me pones en contacto con Angel Vela, quiero obtenir la biografia sobe el.
ResponderEliminarUn gran saludo desde Alemania
Susana
Como Ángel es un gran lector de este blog, de seguro que se pone en contacto contigo para enviarte esa biografía que pides. De todas formas, le mandaré tu correo.
ResponderEliminarAbundando en las vinculaciones trianeras de Raquel Meller, indicadas por Ángel Vela, añado la curiosidad de que debutó y estrenó el Trianón-Palace de Madrid. En esta sala madrileña también debutó, en Madrid, La Niña de los Peines. Aunque no creo que lo de Trianón guarde relación con nuestro arrabal sino más bien con el Trianón de Versalles.
ResponderEliminarDentro de esta serie, cuando hablemos de los teatros dedicados al género ínfimo y al cuplé, pondré algunas fotografías del Trianón. No, no creo en absolutoi que tenga que ver nada con nuestro barrio. Creo que no abarcamos tanto.
ResponderEliminarEse superlativo o aumentativo de Triana, Trianón, siempre me llamó la atención, y a ver si somos capaces de averiguar de dónde viene, amigo José Luis Jiménez. Creo recordar que un día se lo pregunté a José Blas Vega, el gran estudioso madrileño del flamenco y entonces no me lo pudo aclarar. Ya hace mucho. Habrá que preguntárselo de nuevo, si es que no nos enteramos por otro lado.
ResponderEliminarQuerido Emilio, ya dije que el tema de la copla prometía... Lo dicho sobre "la trianera" Raquel Meller lo cogí del libro "Triana un barrio de cine", así que ha sido una especie de "refrito".
Iremos siguiendo la huella del "Trianón" a ver adónde nos lleva. De todas formas no creo que tenga nada que ver con nuestro barrio. Espero sacar toda la documentación que tenga. Tendremos que hacer un apartado al final de "La Copla" con todos los temas sobre Triana. Ahí me puedes echar una mano muy importante, ya que hay muchas letras sobre el barrio, como aquella de Álvaro Retana y el maestro Legaza "Tiros en Triana", basada en los primeros movimientos del alzamiento nacional en Sevilla.
ResponderEliminarPues estos tiros no me "suenan", ya nos dirás más cosas sobre lo que creo que es una verdadera curiosidad. Otra más...
ResponderEliminarDe esta composición, que guardo la letra completa, lo único que lleva de Triana es el título: El rumor del tiroteo/ hasta mi barrio llegaba,/ pues toa Sevilla estaba/ en plena "revolusión"./ Yo subí con miedo a casa/ a cerrar la celosía/ mientras abajo morían/ los hombres de "corasón"./ Soldados y obreros/ con furia luchaban/ y aunque eran hermanos/ ninguno pensaba.../ Y cayó "herío" en mi puerta/ el chaval que yo salvara.
ResponderEliminarEsa es la segunda parte del cuplé, pero en la primera tampoco se menciona a Triana. En esta segunda mitad al menos dice "hasta mi barrio llegaba", con lo cual, por el nombre del título, tiene que ser nuestro barrio.
¡Qué curioso! ¿Y quién la cantaba?
ResponderEliminarNo tengo noticias de quién la cantaba ni nada he encontrado al respecto. Sí se nos deja el comentario de que con esta canción, con la paz de 1939, murió el cuplé. Intentaré encontrar más en mis fichas, pero en todas las consultadas no se encuentra al intérprete.
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