como si al irse ya los aguaciles,
sólo espere la puerta de toriles
por ver lo que le toca en la dorada
tierra maestrante, donde el todo o nada
tierra maestrante, donde el todo o nada
se juega en un segundo de perfiles,
en un miedo que aprieta los perniles
para lograr la gloria o la cornada!
Logró la gloria de salir a hombro
Logró la gloria de salir a hombro
y pasear su Cava con asombro
para orgullo del barrio de Triana.
Su cogida fue un día de incienso y oro,
Su cogida fue un día de incienso y oro,
le vino de improviso como un toro.
Dios, sin más, se lo llevó a su andana.
Muchas gracias, querido Emilio, por ese soneto y el cariño con que lo envuelves... Mariano era un buen trianero y una buena persona.
ResponderEliminarBien sabes, querido Ángel, cuánto quería a tu hermano Mariano, porque él siempre me ha distinguido con su amistad. Recuerdo que estuvimos los tres juntos en "El Ancla", un Domingo de Ramos, pocos días antes de su triste fallecimiento. ¡De seguro que Dios lo tiene en su gloria!
ResponderEliminarFalleció el Viernes Santo, cinco días después... Gracias por recordarlo de nuevo. Él estará junto a los buenos.
ResponderEliminarDe ahí el primer verso del segundo terceto: Su cogida fue un día de incienso y oro.
ResponderEliminar