EL COCO
La mano en el bolsillo y vista al frente,
sin tiempo, sin lugar y sin orilla.
Quizás mira con celos a Sevilla
o alerta está porque no falte el puente.
Buena gente, en verdad que es buena gente
este Coco dulzón de la natilla
que luce su graciosa barriguilla
a Norte, a Sur, a Este y a Poniente.
Trovador y cantor, alma de altura
que mece entre sus labios la hermosura
de la más delicada rosa fina.
Va su vida al compás de bulerías
y se afana en cantar todos los días
soñando el mar que guarda a su Alfonsina.
La mano en el bolsillo y vista al frente,
sin tiempo, sin lugar y sin orilla.
Quizás mira con celos a Sevilla
o alerta está porque no falte el puente.
Buena gente, en verdad que es buena gente
este Coco dulzón de la natilla
que luce su graciosa barriguilla
a Norte, a Sur, a Este y a Poniente.
Trovador y cantor, alma de altura
que mece entre sus labios la hermosura
de la más delicada rosa fina.
Va su vida al compás de bulerías
y se afana en cantar todos los días
soñando el mar que guarda a su Alfonsina.
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