Siempre está trabajando por Triana,
de ahí su noble afán, su rebeldía
de ahí su noble afán, su rebeldía
para poner el punto cada día
a aquellos que la creen su barragana.
Su manifestación fue la campana
Su manifestación fue la campana
que hicieron repicar con energía
-para que se enterara la alcadía-
los trianeros. De octubre la mañana.
Con megáfono al ristre es un portento,
Con megáfono al ristre es un portento,
pidiendo firmas es extraordinario.
Es un hombre de paz, nada de riña.
Me consta que se ha puesto muy contento
cuando por fin se ha ido de este barrio
cuando por fin se ha ido de este barrio
el inefable e ínclito Moriña.
P/D: Como toda la "Triana en negativo"
... de los poquitos que quedan en esta Triana amorfa y sin sentido que van moldeando con mala saña los "señoritos y señoritas" que nos manda el ayuntamiento. Herido de gravedad, ahí sigue y seguirá mientras tenga fuerzas trabajando -porque eso sí que es trabajar- para que Triana tenga aún un perfil por donde se le pueda mirar identificándola. Lo retratas perfectamente, Emilio; lo mismo que lo hace Antonio Badía, otro pedazo de Triana que anda por el Aljarafe.
ResponderEliminarEs un ejemplo de lo que hace falta en Triana: luchadores como él. Moriña le tenía auténtico pánico, y también se lo tiene la "Triana en positivo del cameloncio y la mamandurria", porque siempre duele su verdad, su sinceridad, su protestación de fe sobre los temas de su barrio.
ResponderEliminarLos retratos de Antonio son los que me inspiran, como sabes, para hacer estos sonetillos cachondos y macarrónicos, rápidos en su ejecución, y llenos de gratitud hacia los personajes.