Se hace el silencio y callan los tendidos:
es la hora suprema, es la gran suerte,
es la ronda siniestra de la muerte
que hace estallar cual potro los latidos.
Alertados de miedos los sentidos,
ni es fuerte el toro ni el torero fuerte,
e inerte es el sudor y el pulso inerte,
hombre y fiera de sustos mantenidos.
Milimétrica es la compostura
del torero, que eleva su escultura
avanzando con él todo el acero,
mientras que el toro da el último bramido,
cayendo a plomo con mortal berrido;
es la hora suprema, es la gran suerte,
es la ronda siniestra de la muerte
que hace estallar cual potro los latidos.
Alertados de miedos los sentidos,
ni es fuerte el toro ni el torero fuerte,
e inerte es el sudor y el pulso inerte,
hombre y fiera de sustos mantenidos.
Milimétrica es la compostura
del torero, que eleva su escultura
avanzando con él todo el acero,
mientras que el toro da el último bramido,
cayendo a plomo con mortal berrido;
dejando un clavel rojo en el albero.
EMILIO JIMÉNEZ DÍAZ
EMILIO JIMÉNEZ DÍAZ
Como todos, magnífico este soneto tuyo. Sin duda, estás tocado por la providencia.
ResponderEliminar¿Tardarás mucho en hablarnos de la peña flamenca "El Sombrero", tan breve su existencia como interesante?
Estos sonetos taurinos, recogidos algunos en la edición "El Siglo de Oro de la Poesía Taurina" (Antología Española del siglo XX), editado por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, obtuvieron el Primer Premio "Larga Cordobesa" de la ciudad de Córdoba.
ResponderEliminarPronto piblicaré algunos temas y fotos de la Peña "El Sombrero", en la que tan buenos ratos pasé en compañía de excelentes amigos.