lunes, 29 de marzo de 2010

RINCÓN COFRADE TRIANERO: Y TRIANA


A mí me gusta ir a Triana a otear sus sombras fugaces. Me gusta ese rumor de ángeles que surge de sus rincones. Me pongo de puntillas desde este lado del río para mirarla en secreto, para asomerme en ese momento en el que se cambia el vestido, justo al atardecer. El viento, en Triana, se hace sinfonía en los callejones y la luz me sigue por los escondites secretos. Me dejo ir, que es la mejor forma de sujetarse a uno mismo.

¿Adónde va esa Estrella que cruza como un escalofrío
por entre niños y globos y almas en estado asombro?
¿De qué firmamento ha huido para hacerse mujer en Triana?
¿Qué hijos del cielo la están llevando a hombros?
¿Qué extraña y temblorosa filigrana
danza en mis labios cuando la nombro?

Va a Sevilla.
Viene de San Jacinto y a San Jacinto mira.
Quiere volver, atravesar su Altozano
y una cava y una calle.
Y tantas vidas
y tanto planeta temprano
que la espera de recogida.

¿Quién dijo que una Estrella
era un brillo lejano
nacida en un orificio
de un firmamento quebrado?

¿Quién dijo que están remotas
de Sevilla las estrellas
si aquí hay una que alborota
con su cara de doncella
con su nombre de lucero
de esos que el cielo regala
las noches en las que espera
con los sentidos en danza
se me abalance la luna clara
y la luna no se abalanza?

Con ese llanto que alcanza
la espalda de una emoción.
Lágrimas de redención
de este largo laberinto.
Es el llanto de una estrella
que en el cielo dejó huella
y que vive en San Jacinto.


(CARLOS HERRERA CRUSSET. "Pregón de la semana Santa de Sevilla". 2001)

2 comentarios:

  1. El Pregón de Carlos Herrera fue genial. Y me gustó también muchísimo, espero que se me permita este comentario frívolo, su chaleco color albero.

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  2. Evidentemente, a mí me gustó su prosa. Está llena de lirismo en ese pregonar suyo. Como me lo he leído varias veces, pero no estuve en él, no puedo opinar del chaleco color albero, aunque sí del texto: magnífico.

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