Nos lo cantaba Julio Iglesias hace muchos años en el estribillo de una de sus canciones más famosas: Al final las obras quedan/ las gentes se van./ Otros que vienen las continuarán./ La vida sigue igual.
El problema está que Chaves se va, se ha ido, Zapatero se lo quitó de Andalucía de un golpe maestro de timón, igual que a Escudero lo quitó Felipe y a Borbolla Alfonso Guerra. Pero si el dossier de Chaves está compuesto de 30 años de nada -como decía Francisco Rosell-, ¿qué obras va a continuar Griñán, que ya lleva un año haciendo lo mismo que "el bueno de Manolo", es decir, nada? La vida, qué duda cabe, seguirá igual para esta Andalucía dejada de la mano de Dios, abandonada en todo, dirigida desde la prepotencia, cercada por paniaguados en asociaciones vecinales, culturales, entidades flamencas, clubes deportivos, hermandades...
Andalucía seguirá siendo un vivero para el voto subsidiado, una vergonzosa empresa de parados, incomprensiblemente el furgón de cola del resto de las autonomías. Tenemos el más alto índice de funcionarios por metro cuadrado y el mayor parque automovilístico oficial del país, pero nos siguen hablando del gran milagro andaluz. Menos mal que hasta los que reciben esa mínima limosna del Poder se están dando cuenta del timo de la estampita y ya se están cuestionando la pobreza subsidiada como una cosa indigna para el ser humano.
¡Qué pena de Andalucía! El Sur es un desierto que llora mientras canta, nos decía Cernuda. Lo malo es que nos queda mucho por llorar y ya no hay ganas de cantar, a no ser ese estribillo, que parece estar escrito para el pueblo andaluz, de que la vida sigue igual.
(Fotografía: Diario El Mundo)
El problema está que Chaves se va, se ha ido, Zapatero se lo quitó de Andalucía de un golpe maestro de timón, igual que a Escudero lo quitó Felipe y a Borbolla Alfonso Guerra. Pero si el dossier de Chaves está compuesto de 30 años de nada -como decía Francisco Rosell-, ¿qué obras va a continuar Griñán, que ya lleva un año haciendo lo mismo que "el bueno de Manolo", es decir, nada? La vida, qué duda cabe, seguirá igual para esta Andalucía dejada de la mano de Dios, abandonada en todo, dirigida desde la prepotencia, cercada por paniaguados en asociaciones vecinales, culturales, entidades flamencas, clubes deportivos, hermandades...
Andalucía seguirá siendo un vivero para el voto subsidiado, una vergonzosa empresa de parados, incomprensiblemente el furgón de cola del resto de las autonomías. Tenemos el más alto índice de funcionarios por metro cuadrado y el mayor parque automovilístico oficial del país, pero nos siguen hablando del gran milagro andaluz. Menos mal que hasta los que reciben esa mínima limosna del Poder se están dando cuenta del timo de la estampita y ya se están cuestionando la pobreza subsidiada como una cosa indigna para el ser humano.
¡Qué pena de Andalucía! El Sur es un desierto que llora mientras canta, nos decía Cernuda. Lo malo es que nos queda mucho por llorar y ya no hay ganas de cantar, a no ser ese estribillo, que parece estar escrito para el pueblo andaluz, de que la vida sigue igual.
(Fotografía: Diario El Mundo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario