Hay varias placas de estas por Sevilla desde hace muchas décadas, justamente desde 1896, y curiosamente puestas por el propio ayuntamiento, donde tantos pájaros de cuidado anidan. Si en otra época bien podían valer para advertirnos de que podíamos tener un digusto si le disparábamos a un pájaro con nuestro tirador de horquilla, hoy parecen advertirnos de que "cuidadín" ir a la caza de estos pájaros de nuevo plumaje: bien sea el psoetitis omnívoro; la gaviota muda -vulgo PP, passer pescuezum-, o el incultus únicus, denominado también como IU en su abreviatura o cachimbus sibilatus. La primera especie anidó bien por tierras de La Corchuela y Oromana, expandiéndose por toda España con una energía bestial, hasta llegar a convertirse en un peligro cotidiano por su plan jerárquico y el enorme costo del mantenimiento de la casta. Aunque su vuelo es de izquierda, según sus analistas y paniaguados, llevan una vida de derechona patricia según los más sesudos ornitólogos consultados. La segunda, de origen gallego, descendencia iribarnis fraguis, es una especie de albatros o gaviota pero de cuerda o pilas recargables. Su vuelo suele inclinarse a la derecha, aunque su timón de cola siempre quiera virar al centro. Tienen ansias de volar alto, pero no pasan de primeras intenciones. Son acomodaticios, repetitivos en su canto y sin hoja de ruta. Anidan en cualquier parte. La tercera especie, aunque dicen que a punto de extinción, cuajó excelentemente bien en la ciudad de Córdoba con la variedad ruber califa anguitanus, quedando una reducida colonia en Sevilla, con veintisiete mil y pico de ejemplares, que está haciendo la vida imposible a la ciudad por el pacto de convivencia (?) del pseotitis omnívoro y el cachimbus sibilatus. Suele emigrar a Cuba con dinero, sin justificar, de los nidos sevillanos.
¡Cuidado con los pájaros, blogueros míos! Nada de tirachinas, horquillas, piedras ni escopetillas de plomillo. Los hombres de buen corazón -es decir, nosotros- debemos proteger la vida de estos pájaros. ¿Qué haríamos sin ellos? Posiblemente caminásemos hacia nuestra extinción. Pero, es más, debemos favorecer su propagación protegiéndolos. Que en su barrio, como en el mío de Triana, hay 20 pájaros de cuenta, ayude a que lleguen a 40, que se propaguen como las setas en otoño. Los labradores, como reza la placa cerámica, observarán cómo disminuyen en sus tierras las malas hierbas y los insectos, ya que ellos se han construido sus nidos de lujo en esas tierras de malas hierbas e insectos. ¡Qué forma más sencilla y hermosa a la vez de cargarse esas plagas en El Aljarafe, en la Vega y la Campiña! Porque ya me dirás tú, amigo bloguero, para qué sirve hoy día una tierra de viñedos en Gines, Villanueva del Ariscal o Valencina; para qué sirven los huertos y patatales en la Vega; para qué tanto trigo y olivar en la Campiña...
Desde que vinieron estas nuevas especies de pájaros, todo ha cambiado, y no digas que para mal, sino todo lo contrario. Se murieron las malas hierbas y se acabaron los insectos. Además bien sabes que la caza de estos "pájaros" está prohibida por las leyes: de sus ecosistemas de partidos, de sus silencios políticos, de sus encubrimientos vergonzosos, y que se señala pena para los infractores. Así que no des más el coñazo y dí, con la voz más limpia que tengas y con los pulmones tan llenos como si cantases una "saeta", que qué alegría tener a estos pájaros a nuestro alrededor y que sin ellos nuestra vida sería totalmente imposible. Vete a la gran superficie más cercana a tu domicilio, compra unas mantitas y los tapas por la noche, dales de desayunar a la moderna, es decir, un almuerzo a las nueve de la mañana, y llévalos después, al mediodía, a tomar unas pinceladitas de jamón y buen marisco. Sé egoísta. No lo hagas por ellos, sino por tí, porque son tus salvadores, los que por tí suben y bajan de coches oficiales, los que sudan la gorda con la oreja pegada todos los minutos a un teléfono de alta generación, los que te están salvando la hacienda y la vida aunque te escupan por encima del hombro.
¡Cuidado con los pájaros, blogueros míos! Nada de tirachinas, horquillas, piedras ni escopetillas de plomillo. Los hombres de buen corazón -es decir, nosotros- debemos proteger la vida de estos pájaros. ¿Qué haríamos sin ellos? Posiblemente caminásemos hacia nuestra extinción. Pero, es más, debemos favorecer su propagación protegiéndolos. Que en su barrio, como en el mío de Triana, hay 20 pájaros de cuenta, ayude a que lleguen a 40, que se propaguen como las setas en otoño. Los labradores, como reza la placa cerámica, observarán cómo disminuyen en sus tierras las malas hierbas y los insectos, ya que ellos se han construido sus nidos de lujo en esas tierras de malas hierbas e insectos. ¡Qué forma más sencilla y hermosa a la vez de cargarse esas plagas en El Aljarafe, en la Vega y la Campiña! Porque ya me dirás tú, amigo bloguero, para qué sirve hoy día una tierra de viñedos en Gines, Villanueva del Ariscal o Valencina; para qué sirven los huertos y patatales en la Vega; para qué tanto trigo y olivar en la Campiña...
Desde que vinieron estas nuevas especies de pájaros, todo ha cambiado, y no digas que para mal, sino todo lo contrario. Se murieron las malas hierbas y se acabaron los insectos. Además bien sabes que la caza de estos "pájaros" está prohibida por las leyes: de sus ecosistemas de partidos, de sus silencios políticos, de sus encubrimientos vergonzosos, y que se señala pena para los infractores. Así que no des más el coñazo y dí, con la voz más limpia que tengas y con los pulmones tan llenos como si cantases una "saeta", que qué alegría tener a estos pájaros a nuestro alrededor y que sin ellos nuestra vida sería totalmente imposible. Vete a la gran superficie más cercana a tu domicilio, compra unas mantitas y los tapas por la noche, dales de desayunar a la moderna, es decir, un almuerzo a las nueve de la mañana, y llévalos después, al mediodía, a tomar unas pinceladitas de jamón y buen marisco. Sé egoísta. No lo hagas por ellos, sino por tí, porque son tus salvadores, los que por tí suben y bajan de coches oficiales, los que sudan la gorda con la oreja pegada todos los minutos a un teléfono de alta generación, los que te están salvando la hacienda y la vida aunque te escupan por encima del hombro.
Si no te crees lo que te digo, léete bien esta placa que se colocaba en las escuelas de Sevilla hace 114 años y que hoy deberíamos tener todos, como aquel antiguo Corazón de Jesús de porcelana, pegados, como recuerdo, a la puerta de cada casa.
Si ni siquiera te fías de eso, cómprate la gomilla, hazte una horquilla de madera de naranjo, ponle sus dos cancamitos reglamentarios y puntería, mucha puntería. Alguna especie se ha dado ya cuenta de que están tirando plomillazos y, como la monteisirinus alfredus medicatus, quiere emigrar por los contínuos cabreos con la del cachimbus sibilatus. Pero no te fies. Son especies que se amparan tanto entre sus miembros que mañana habrá otro jefe del clan para anidar por los cielos de Sevilla para hacer lo mismo: es decir, nada.
Si ni siquiera te fías de eso, cómprate la gomilla, hazte una horquilla de madera de naranjo, ponle sus dos cancamitos reglamentarios y puntería, mucha puntería. Alguna especie se ha dado ya cuenta de que están tirando plomillazos y, como la monteisirinus alfredus medicatus, quiere emigrar por los contínuos cabreos con la del cachimbus sibilatus. Pero no te fies. Son especies que se amparan tanto entre sus miembros que mañana habrá otro jefe del clan para anidar por los cielos de Sevilla para hacer lo mismo: es decir, nada.
Quien le iba a decir a don Antonio Ariza, médico benefactor, amante del hombre y de los pájaros, fusilado en las tapias de la piscina de la calle trianera Juan Sebastián Elcano, que la leyenda de sus placas, colocadas en las fachadas de los colegios públicos sevillanos, iba a servir para ilustrar un artículo como el tuyo...
ResponderEliminarEn 1992, cuando los pájaros empezaron a anidar por los ecosistemas políticos, Antonio Burgos escribió la letra de un coro gaditano que se titulaba precisamente: "Los Pájaros". Uno de los tangos terminaba diciendo:
ResponderEliminar"Son pájaros conocidos
con el carné de un partido,
urracas con su mangar,
cada vez que llegan elecciones
a esos palomos ladrones los ves revolotear."
Los pájaros del 92 fueron creciendo, cada vez tuvieron más plumas, más pico, más garras... y ahora ya ni siquiera podemos cantar aquella soleá que decía:
"A mí se me importa poco
que un pájaro en la alameda
salte de un árbol a otro"
Estas especies nunca se acaban. Cada día proliferan más. Los pajarillos normales son insectívoros, pero estos son omnívoros..., comen de todo y siempre bueno.
ResponderEliminarComo dice A.Vela, quién le iba a decir a don Antonio Ariza que sus placas pudieran dar juego 114 años después.
Qué pena,mi amigo,que las nunca vistas cotas de libertad que nos han proporcionado éstos próceres,solo sirvan para poder decirles, además de lo sinvergüenzas que son lo pronto que han aprendido a serlo.
ResponderEliminarComo a éstos jándalos eso les importa un pito,tenemos libertad para rato.
Un saludo cordial desde Santa Clara (Sevilla) reserva ornitológica de gran valor faunístico.
Creo que tendremos libertad el día que todos seamos iguales ante la ley. Es más, aquel que ostente un cargo público debe estar aún más sopesado por la justicia ante cualquier tipo de infracción, ya que los políticos deben ser claro ejemplo para los ciudadanos que pusieron en ellos su confianza.
ResponderEliminarHoy, para vergüenza nuestra, cualquier sitio de España es una gran reserva ornitológica.
Sin entrar en lo que estáis comentando, y refiriéndome a las placas, siempre me han parecido preciosas y su contenido de una gran utilidad educativa, porque si los niños respetan a los pájaros, entonces hay cosas que no van a destrozar nunca. Por desgracia, hay gente que no tiene esto nada claro.
ResponderEliminarUnos son los pájaros de las placas del doctor Ariza y otros estos pájaros que nos rodean desde que se inventó la política. No hay herbicidas, ni siquiera judiciales, para acabar con ellos. Y sí que son verdaderamente una plaga.
ResponderEliminarYo estoy horrorizada con lo de Matas. Es una pena que la política, que debería ser una noble ocupación, se haya convertido en esto, y tan rápido, tan solo treinta y cinco años de democracia y tenemos la situación actual, que lleva ya su tiempo. Un desastre. Y todos apuntados a salir en las fotos de los palcos de la plaza de San Francisco.
ResponderEliminarNo me digas que te horrorizas a estas alturas, cuando ya España está esquilmada totalmente. Hay que lograr, Caty, la plataforma del voto en blanco, de que éste sirva para quitar escaños, para quitar poder a este atajo de ladrones que hay por todas partes. Quitando a Vera, Barrionuevo y Roldán ¿has visto a muchos en la cárcel?
ResponderEliminarPues sí, Emilio, me horrorizo, porque creo que la democracia es el menos malo de los sistemas y he confiado en que era posible un país moderno, en el que los controles democráticos y la sociedad civil tuvieran el peso suficiente como para que la clase política no campara a sus anchas. Sin embargo, la omnipresencia de los partidos en todo el entramado social hace que nada se mueva sin ellos y que ser independiente, que debería significar la normalidad en la mayoría de la gente, se constituya en una rara avis. Así que me horrorizo y me preocupa, porque esto es terreno fértil para el aventurerismo político y para llevarnos a un camino que no creo que debamos recorrer. No quiero creer, desde luego, que la corrupción es generalizada, espero que no sea así, por el bien de todos, porque nada bueno se traduce de una clase política desprestigiada. ¿O vamos en busca de otro nuevo salvador? En fin, preocupante, en todo caso.
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