
Rebuscando en mi archivo me he encontrado con ella y he creído oportuno aportarla a este blog para la memoria de los buenos aficionados. Tenía entonces el cantaor de Mairena del Alcor 34 años de edad. Y así respondía a mis preguntas:
-¿Hubo algún antecedente cantaor en tu familia?
-En mi familia no ha habido nadie que cante nada de nada.
-¿Nació el cante en ti, entonces de una forma espontánea?
-No te puedo decir con claridad. A los dos años de edad mi familia se fue a vivir a un bar, donde ahora mismo está el Casino de Mairena, y, lógicamente, como antes los bares eran sitio de reunión y no de paso, como hoy, escuché allí a cantar a mucha gente. Yo recuerdo de que uno de los que iban al bar de mi padre era Vallejo, aunque recuerdo su figura, pero no su cante. En el bar ya cantaba yo, pero canciones andaluzas y algo que escuchaba a los demás. Ya de mayor si comencé a cantar flamenco de lo que escuchaba por la radio, pero sin saber si lo que cantaba eran soleares o tientos o seguiriyas. Pero después, estudiando yo en Mairena en el colegio libre adoptado sí hubo una fecha muy importante en mi vida, que fue casi en los comienzos del festival de mi tierra. Una profesora amiga mía, que sabía que yo cantaba, se echó una apuesta conmigo diciéndome que yo no era capaz de cantar en el festival. Entonces aprendí cantes específicos, que fueron una malagueña de Antonio y una cartagenera de Pastora, aprendidos de unos discos de pizarra. Claro, yo hice un razonamiento que no me salió mal cuando me dije para mí mismo: -¡Si yo cojo un cante del mejor cantaor que hay, que es Antonio Mairena, y otro de Pastora, y los hago igual, por fuerza me tengo que llevar el premio...!
-¿Lo conseguiste?
-Sí que me lo llevé, ante la sorpresa de mis familares que ni siquiera se creían que me iba a presentar al concurso.
-¿Y después?
-Pues desde que gané en Mairena me llamaban para todos los concursos, ¿pero adónde me iba a presentar yo sabiendo sólo dos "palos"? Entonces es cuanod verdaderamente me preocupé por estudiar a fondo los cantes y a los cantaores que pudieran enseñarme algo. Fui haciendo una síntesis de todo, escuché a viejos aficionados y fui distinguiendo distintas formas o maneras de hacer el cante.
-¿Te dedicaste a los concursos?
-Sí, creo que fui a todos, excepto al de La Unión, y en todos saqué primeros, segundos o terceros premios. Más tarde, el paso de aficionado a profesional me lo dio el Concurso de Granada de 1972, para el que yo me preparé muy bien porque intuía que era un concurso muy importante y muy serio, con un jurado de alta talla y categoría: Fosforito, Pepe el de la Matrona, Faquillas, Andrés Segovia... Ese mismo año gané otro concurso, dotado con cien mil pesetas, que promocionó la firma "Butano" entre varias provincias, y al que se presentaron muy buenos cantaores.
-¿Cuándo salió tu primer disco?
-Bueno, el primero y el último, porque ya no he grabado más. Lo grabé en 1973 y salió al año siguiente, año en el que me presenté al Concurso Nacional de Córdoba, logrando el Premio "Antonio Chacón" por granaínas.
-¿Fue tu premio más importante?
-No, para mí fue el "Yunque de Oro de Ceuta", premio que se otorgaba a la mejor actuación de la noche en un festival en el que todos íbamos contratados. Participamos en él: Luis de Córdoba, Agujetas hijo, Curro Malena, Diego Clavel, Manuel Gerena, Curro Lucena, El Nano de Jerez y algunos más. Sorprendentemente, desde aquella ocasión no me han vuelto a llamar a Ceuta.
-¿Por qué no trabajas en los festivales más importantes?
-Bueno, yo tengo mi vida profesional enfocada desde varios puntos. Sin desprestigiar a nadie, yo comprendo que los artistas tienen que vivir del flamenco y que cuantos más festivales hagan pues mejor para ellos, porque esa es su vida, y la vida del flamenco no es eterna. Para mí, en concreto, no quiero esa forma de vivir, tal vez porque no me haga falta. Yo, si me pusieran en la mano 40 festivales para este verano lo pensaría muy mucho antes de firmarlos, porque comprendo que un artista que tiene que cantar hoy aquí y mañana allí, metiéndose en el cuerpo un martirio de carreteras, no puede dar el callo como él quisiera. Yo, por mi situación, por mi carrera, no tengo necesidad de hacerlo, aunque no critico a quienes tienen esa necesidad. Y hasta los comprendo, porque la vida artística es así. Para mí es un orgullo que sin publicidad de ninguna clase, sin ir a emisoras ni a periódicos ni a agencias artísticas ni tener "posters" publicitarios, me contraten cada año para unos 25 festivales, contando que si no utilizo muchas veces estos medios de promoción es por falta material de tiempo, ya que la escuela me tiene ocupado todo el día. Aparte de estas cosas, yo quiero abrirme camino en el flamenco dando una auténtica imagen sin salirme de madre: es decir, haciendo lo que hasta ahora he hecho, sin doblegarme a otros caprichos. Para mí es una satisfacción el que las puertas se me abran sólo por mi cante, por lo que mi cante pueda gustar y satisfacer a los aficionados.
-¿De quién depende que lleves seis años sin grabar un disco?
-Yo creo que en una gran parte de mí y, en otra parte, de las casa discográficas, porque entiendo que a las casas grabadoras no les interesa, ahora, los cantaores clásicos o, por lo menos, no se preocupan de llmarlos. Cada vez, y es cierto, se graban menos cantes clásicos y más cantes comerciales. Ellas ólo quieren dinero, y es lógico, y no critico a los cantaores que siguen esa segunda líne. Yo quiero grabar, pero un dísco de aportaciones y de algunas variantes que soy capaz de hacer en mi línea personal.
-¿Cómo ves el mundo flamenco de nuestros días?
-Te diría, y es verdad, que muy interesante, interesantísimo. Hay dos líneas perfectamente definidas dentro del flamenco: una pura, con sus lógicas variantes, y otra aflamencada, en la que se dan matices andaluces, pero que no pueden llamarse flamencos, por lo menos el flamenco que yo entiendo. Son cosas aflamencadas, bonitas, con matices, y que son andaluzas, inconfundiblemente, pero que no conforman el mundo del flamenco. Dentro de un tiempo muy corto, yo creo que va a haber una separación dentro de este mundo. Los que están cantando cosas de este tipo van a separarse, por la propia afición, de este tronco de donde han nacido, porque ya, en los festivales flamencos, hay mucha gente que piden que canten flamenco, que canten puro. Ya de hecho está ocurriendo.
-¿Qué le falta al flamenco?
-Al flamenco tradicional le falta promoción, llevarlo adonde hay que llevarlo. Sobrarle creo que nada, porque es precisamente la promoción y divulgación lo que le falta.
-¿Me das algunos nombres de tu gusto de cantaores desaparecidos?
-Para mí, varios, muchos. Entre todos se completan las enormes posibilidades del flamenco. Un fuera de serie ha sido Pastora, Manuel Vallejo e, indiscutiblemente, Tomás Pavón, por la grandeza de su cantes.
-¿Y actuales?
-Para mí, el mejor de todos, Antonio Mairena.
-Por último, ¿nos hablas de la Bienal que se está fragüando?
Yo creo que la Bienal es un despertar de Sevilla de la apatía en que estaba sumida, ya que han realizado cosas muy importantes Córdoba, La Unión y Huelva. Es como la recuperación del terreno perdido. Sevilla tiene que decir mucho en esta materia y creo que dará la talla que de ella se espera.
------
Poco sospecharía Calixto Sánchez de que, al mes justo de esta entrevista, se alzaría con el Primer "Giraldillo del Cante", que fue trabajando a pulso, como aquel lejano concurso de Mairena, con la hermosa guitarra del tristemente desaparecido Pedro Bacán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario