miércoles, 6 de noviembre de 2013

DESDE MI TORRE: UN PARQUE PARA JUAN DE LA PLATA


Ayer me alegré mucho cuando recibí un correo de mi querido amigo y maestro Juan de la Plata participándome que le habían dedicado un parque en su Jerez natal, en la barriada donde siempre ha vivido. Le contesté al momento felicitándolo y me dediqué en internet a buscar ampliación a tan gozosa noticia.

Conocí a Juan hace muchos años, cuando yo era un chaval que se metía en el difícil mundo del flamenco -como lo denominó Manuel Barrios- y él era ejemplo y catedrático de esta materia. Desde siempre recibí su apoyo y sus consejos, su ánimo y sus correcciones. Lo que decía Juan iba a misa, porque en este tema venía ya de vuelta, aunque, como trabajador incansable, siempre descubría nuevos rumbos para tener en candelero todo el flamenco de Jerez.

A Juan se le debe mucho en esta historia de ayes, desplantes y falsetas. Un buen día, los artistas debieran reunirse, todos los artistas del Flamenco, para ofrecerle el homenaje que bien se merece por su apoyo sin desmayo a este Arte universal sin parangón en el mundo. Gracias a él el Flamenco empezó a crear un clima especial acercando a la intelectualidad a lo que antes estaba señalado como pasatiempo de señoritos andaluces en ventas y colmaos. Con sus amigos Manuel Pérez Celdrán, Estéban Pino Romero y Manuel Rios Ruiz, acertó a dar forma a la llamada Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces, que ha cubierto una longeva andadura desde aquella lejana fecha del 24 de septiembre de 1958. Se sacó de la chistera de la fantasía los Cursos Internacional de Estudios Flamencos a partir de 1963; la Fiesta de la Bulería, con arranque en 1967; los Premios Nacionales de Flamenco desde 1964; la Copa Jerez...

Imposible resumir en una página, que sólo quiere ser de felicitación por ese parque a él dedicado, todas las cosas que ha realizado y sigue realizando este amigo cabal que siempre se ha visto recompensado por su Ciudad, de lo que doy fe cuando el pasado 13 de julio la Academia de las Artes y Ciencias del Flamenco -de la que tengo honor de ser miembro- le otorgó el título de Primer Miembro de Honor de la misma, con el madrinazgo de la alcaldesa de su tierra, esa misma alcaldesa, María José García-Pelayo que ayer lo acompañó de nuevo para darle la alegría de un parque a su nombre.

Si Jerez, en materia de Flamenco, está a la altura que está, en gran parte se le debe al trabajo incansable de Juan. Qué menos que un parque para quien tanto sembró a lo largo de su vida en pro del cante, el baile y el toque jerezanos.

¡Felicidades, Juan! 


2 comentarios:

  1. Me alegra que Juan de la Plata disfrute de tan hermoso homenaje en la tierra por la que tanto ha luchado utilizando, con inteligencia y esfuerzos, la verdad, la fantasía y los sueños, y ahí está el resultado. Siempre eché de menos un Juan de la Plata en nuestro barrio. Mi enhorabuena.

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  2. La verdad es que, en materia de Flamenco, sí nos ha faltado un Juan de la Plata en Triana. De apenas nada, él hizo un producto internacional.

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