Este fin de semana, la ciudad en la que vivo, Córdoba, ha estado de lo más entretenida. Policías por todos los lugares por donde iban a pisar los políticos -aunque nunca se ven por los barrios si no es para multar-, helicópteros, calles del centro limpias, limpísimas, como un espejo de inmaculadas, aunque doscientos metros más allá de la avenida de la Victoria la mugre inundase todas las calles. Todo reluciente, y toda la Córdoba califal -que ha vacilado siempre de ser el bastión comunista, aunque fue un espejismo en la época de Anguita y de Rosa, la disidente- tirada a la calle para ver si podía divisar de cerca los rostros de sus amados salvadores, principalmente los de Rajoy y de Cospedal. En Córdoba, si la cosa es gratis, las colas pueden llegar hasta Puertollano, que está cerca de una hora en AVE. Y ahí lo tienen: los Siete Magníficos, los Siete Salvadores de esta cosa a la que unas veces le dicen Patria -cuando debería ser Matria-, otras país, otras Estado Autonómico y, las menos, como si nos diese vergüenza, con el nombre sonoro de España, a pesar de que nuestro himno no tenga letra para que, al menos, la canten los genios del motorismo y nuestra selección futbolera, teniéndose que conformar con tararear el liro, liro, ta la lalalariro, catapún, chimpún...
Pues eso, que cuando ni en la Feria de Mayo se agotan las plazas hoteleras, todo estaba lleno, al cien por cien, como suele ocurrir cuando no se tira de cartera propia. ¿Qué convocaba a tanta gente? Pues lo que en Sevilla llamamos un "pescaíto frito" de las hermandades, una reunión de amigos que ocupan los máximos puestos de la derecha española, y sus paniaguados y adláteres, sus vivaslavirgen, sus recogecosas, sus aduladores, sus mindundis y toda la miseria que rodea al Poder para que en casa siga hirviendo la olla, como la de los enanos deformes que pintaba Velázquez cuando era asalariado como pintor de cámara en la Corte de Felipe IV.
¿Qué se ha sacado en claro de esa llamada Reunión Interpalamentaria del Partido Popular? Pues lo mismo de siempre: que el PSOE es el culpable de todas nuestras ruinas, que estamos mejor que nunca, aunque el personal siga suicidándose por el tema de las hipotecas, los curritos cobrando lo que le quieran dar los amigos del Gobierno, los bancos sin soltar ni un euro, los pensionistas alimentando a tres familias, y los jóvenes, ya desesperados, arrascándose las albéndolas en el arriate de un paseo a pesar de ser licenciados en medicina, ingeniería, telecomunicaciones, o en la universidad de una vida cada vez más difícil. Ni prenda para definir quién es aquel que se va enfrentar a Susanita -hoy, Excma. doña Susana Díaz- en las elecciones andaluzas. Aquí si que no hay rueda de repuesto en el maletero del PP. Si no lo consiguió Arenas -el siempre sonriente y marchoso Arenas-, aunque resuciten al Cid, me da el tufo de que los populares en Andalucía, más lista que el hambre, por haber pasado tan grandes hambrunas, aquí, quien venga, no se come una rosca de Estepa ni una porra antequerana. ¿Para que ha servido entonces esta reunión? Hijos míos, para darle uso al botafumeiro, para quemar incienso, para más loa, gloria y alabanza de un partido en el Poder que no hay por donde cogerlo y que tiene que echar humo oloroso para tapar las "presuntas" mierdas de la corrupción de los sobres, del gigantesco paro, de las cuentas de Bárcenas, de la "Gurtel"... Para colmo, y como anécdota de que a algunos polìticos les hace falta la "Álvarez" que comentábamos hace unos días, el alcalde de Sevilla, el señor Juan Ignacio Zoido, dijo que Andalucía tiene cinco provincias. ¿Cuáles son? ¿A qué tres quita? ¡Cosas!
Para no ser menos, en Madrid se celebró al mismo tiempo la denominada "Conferencia Socialista". ¿Que qué es eso? Pues lo mismo: un perolete entre amigos, como la célebre tortilla de "La Corchuela" en Sevilla que dió en inventar el nuevo socialismo, pero sin Pablo Iglesias, aquel ferrolano que intentaba crear una clase obrera, mientras que su paisano, más crecido de ayudas, ya saben ustedes lo que hizo. Un invento, a manera de ejercicios espirituales de los que hacía el padre Arrupe, para lavar sus conciencias y para ponerse morados -grana y oro, el término-, y lanzar un salvavidas a Rubalcaba, al que nadie quiere, pero al que Susana -tan nueva, tan modosita, y tan bien asesorada- salvó de la guillotina para no compararse con aquellos franceses tan derrotistas con el contrario.
¡Cuántas horas de reunión de unos y otros para nada! ¿Verdad? Los dos han celebrado la misma cosa, con distinto nombre, para justificarse ante un pueblo que ya no puede soportar más el abuso del Poder, ni de izquierda ni de derecha, que ya no puede llegar a fin de mes, que no puede darle un mínimo capricho a sus críos, que está abandonado a su suerte y rodeado de tan grandes tributos como en las épocas medievales. Y eso sí que no tienen capacidad para solucionarlo. Quieren solucionarse ellos: sus intrigas internas, sus luchas por el liderazgo, sus mediocridades, aunque con aparente relumbrón..., pidiendo, rogando, suplicando, hasta con lágrimas en los ojos, que el pueblo les vote en las próximas.
Ni tu primo D. Rodrigo - me refiero al Cid- es capaz de arreglar esto, Emilio. Sólo hay que ver el disfraz que le ha puesto D. Juan Ignacio. ¿Tú no serás por casualidad familia del Campeador? Lo digo por si pudieras pedir daños y perjuicios por la imagen que está dando junto con Babieca. ¿Y qué me dices, Emilio? ¿Qué D. Juan Ignacio se ha comido 3 provincias andaluzas? Pues eso no puede ser por culpa del PSOE ya que Zoido estudió en la época del franquismo. ¿No será por llevarte la contraria y al final resulta que las enciclopedias Alvárez no eran tan buenas? Qué miedo, mira que si estos tíos pretenden dividir Andalucía en dos zonas para poder gobernar por lo menos en una. Con esa hipótesis me cuadraría lo de las 5 provincias, Emilio. Cádiz, Sevilla y Huelva: Andalucía la Baja, y el resto la Alta Andalucía.
ResponderEliminarAparte las bromas, en mi vida he visto tanta gente por Sevilla, durmiendo en las calles entre cartones, ni tampoco a tantas personas rebuscando entre los contenedores. Las colas en las puertas de los comedores sociales son más largas que nunca, la juventud tiene el futuro negro, muy negro... mientras, estos personajes públicos se permiten seguir despilfarrando el dinero de todo en reuniones de partido a la vez que se regocijan de los males de la sociedad. Muchos de los que han acudido a estas citas de Córdoba y Madrid deberían de estar ya prestando declaración en los juzgados. Los casos de los ERES y de los sobres de BÁRCENAS son la gran vergüenza nacional que debe de aclararse urgentemente, por el bien de este país y de los que quieran optar a seguir gobernándolo. Me permito sugerirle a las direcciones de estos dos partidos - presuntos delincuentes- que la próxima reunión nacional la celebren juntos porque en definitiva son la misma.... en fin, que los vote El Cid Campeador.
¿Qué te respondo, José Luis? Esto no lo arregla ni Manuel Jesús "El Cid", el torero de Salteras. Lo de Zoido lo publicó el diario ABC como un "lapsus" de quien posiblemente sea el destinado a competir por la presidencia de Andalucía. Decían que, a lo mejor, se confundió con las Diputaciones, pero claro está que también tiene ocho Diputaciones nuestro solar andaluz, una por provincia.
ResponderEliminarPues, lo mismo, José Luis, aparte las bromas, España se está salvando por la generosidad de aquellos que colaboran con los comedores sociales, con Cáritas, con Cruz Roja, con los Padres Trinitarios. Si estas personas y estas instituciones faltaran, ya sería otra cosa más seria, y el hambre lleva una metralleta dentro de cada pecho.
Pero no dudes en que están acojonados, que ellos saben cómo está España. Lo que desgraciadamente no saben es cómo arreglarla.
Tienes que recordar que yo ya hice mi campaña del voto en blanco. Espero que se sumen millones de españoles y que cuando lleguen las elecciones, pues eso, lo que tú dices, que los vote el Cid Campeador, que por el estilo que tiene el que está en El Prado de nuestra ciudad, me parece que fue un picaor que tuvo Juan Belmonte.