Siempre he sido un amante de los canarios timbrados. Me han dado mucha alegría en mi vida con sus trinos y al cuidarlos siempre me he evadido de muchos problemas como le trae a uno el trajinar cotidiano. En mi casa trianera de Alfarería, llegué a tener cerca de cien. La terraza era amplísima y la llené de mis dos grandes aficiones: las flores y los pájaros. Los transeúntes miraban al pasar hacia mi terraza, porque era un jardín vivo que cubría sus dos alturas, pero, además, se quedaban maravillados de oír toda aquella algarabía de cantos que salían de la gran canariera.
Una vez en Córdoba, a lo máximo que aspiré fue a tener tres canarios escogidos, a los que bauticé con los nombres de Caruso, Pavarotti y Kraus. Fueron haciéndose viejos y fueron perdiendo el canto, pero los mantuve hasta el final de sus días y los enterré en la turba de mis macetones. El último que tuve era un fenómeno y no paraba de cantar desde el alba a la caída de la tarde. Tan fenómeno era que le puse de nombre "Mesi", en claro homenaje al genial futbolista del Barcelona. Murió en octubre del pasado año, y ya me prometí no pasar más malos ratos y quedarme huérfano de pájaros. Pero el pasado martes, ante tanta soledad como habita mi estudio, en la que sólo los libros me acompañan, me decidí a visitar una pajarería de barrio que me habían recomendado y me quedé embobado durante media hora escuchando cantar a este canario que veis en la imagen, al que por sus filigranas en el canto he dado en llamar como "Gorgorito". Es joven y tiene una personalidad que arrolla, buena planta y mejor estilo canoro. Desde que habita conmigo, no para de cantar, alegrándome el alma y las horas del día. ¡Buena compra!
¡Olé, olé! Que alegría que me da saber que "compartes piso" con Gorgorito.
ResponderEliminarY si un día lo grabas y le envías la grabación a Magluss que está haciendo un nuevo CD hasta te lo puede poner en una de sus músicas...siempre está recogiendo sonidos de pájaros, riachuelos, sonidos del mar...
Un saludo, y un pio pio pi piri pip pí para Gorgorito.
Ia
Acabo de llegar de Sevilla y está un poco nervioso. Eso es señal de que me ha echado de menos. En el momento que he venido, se ha calmado un poco y ha empezado a cantar. Espero a grabarlo para que lo escuchéis.
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