El pasado lunes, me di cita en Cádiz con mis amigos José Luis y Elisa por aquello de la celebración del bicentenario de la Constitución de 1812, la célebre "Pepa". Día espléndido en la ciudad gaditana y lleno hasta la bandera por todas sus hermosas calles y plazas, por el barrio de La Viña y por La Caleta. Los bares a tope y muchas mujeres y hombres vestidos a la usanza de la época. Había una vigilancia excesiva por aquello de que estaba allí el Rey y algunos miembros del gobierno. Hasta ahí, todo perfecto. Pero creo que a Cádiz se le fue la oportunidad de haber montado ese día en la ciudad algunos espectáculos que nos hubiesen hecho más grata la estancia: bandas de música, pasacalles, teatro al aire libre, pantallas gigantes para ver los actos oficiales que se estaban celebrando en el Oratorio de San Felipe Neri... Nada de nada, los muchos visitantes extranjeros y de muchas de las regiones de nuestro país, y los que habíamos llegado de otras provincias andaluzas, nos fuimos de vacío. Mis compañeros de visita y yo nos quedamos sin saber qué se estaba celebrando, porque aquello sólo era un ir y venir de gente buscando por las calles algo que no encontramos y topándonos, eso sí, con todos los bares y restaurantes repletos.
Como curiosidad -Cádiz es así- en muchísimos balcones de las cercanías de los lugares donde se celebraban los discursos, pudimos observar un sinfín de banderas republicanas, y por todas las calles pegatinas como la que cierra esta página. No nos extrañó en absoluto, ya que Cádiz es de las ciudades españolas con más índice de paro y donde la Junta de Andalucía ha cerrado más empresas en su largo periodo -treinta años- de ineficacia.
Cádiz perdió el día 19 una gran oportunidad para distraer al turismo con motivo de los 200 años de "La Pepa", aunque entiendo que no quiera ser comparsa de nadie y que los gaditanos estén hasta el gorro de una Constitución que no se cumplió en su tiempo, y de esta nueva Constitución de nuestros días que prácticamente los ha dejado abandonados a su suerte. Probablemente, es que Cádiz, y con razón, se haya hartado de ser el coro, la comparsa y chirigota en este gran Carnaval que es España.
Querido Emilio: tu entrada me hace pensar. Ese día hubo, no obstante, una procesión cívica que recorrió el centro de Cádiz, aunque quizá no llegárais a tiempo de verla. Pero tienes razón cuando dices que Cádiz no es ciudad de escaparate exterior, sino interior y sus claves hay que buscarlas en las cosas que salen de su propio acervo.
ResponderEliminarQuerida Caty: Yo llegué en tren a las 11'20 de la mañana y me recorrí, mientras esperaba a José Luis, media Cádiz. Vi a mucha gente vestida de época y a muchos visitantes. No se cabía, pero todos nos esperábamos que hubiese algo especial. Sabes bien cuánto amo a Cádiz. Posiblemente, como he dicho en mi escrito, es que no tiene ganas de ser comparsa de nadie.
ResponderEliminarA mi me pareció que los actos estaban pensados para las autoridades; entre todos son 10 legiones al menos( reyes, ministros, alcaldesa, presidentes de las cámaras, presidente del gobierno, cargos autonómicos y provinciales, etc, etc.). Las calles próximas al Oratorio de San Felipe Neri estaban cortadas por la policía para impedir el paso de los ciudadanos. Yo creo que los actos fueron propios de 1812, época de "La Pepa", o sea, "todo para el pueblo, pero sin el pueblo".
ResponderEliminarSí pudimos observar como en EL Palacio Provincial, antigua Aduana, varios camiones del catering El Faro descargaban las viandas para tan ilustres personajes.
Otra cosa que me desagradó fue que la bandera española ondeara en lugares tan emblemáticos, como el Monumento a la Constitución, sin estar acompañada por la bandera andaluza.
Pero, pese a todo, Cádiz estaba impresionante y pasamos un buen día.
Cierto es que todo estaba preparado para las autoridades y no para el pueblo, como siempre. Y es verdad que echamos de menos la bandera de Andalucía oficial, aunque en muchos balcones pudimos ver la republicana. Me da la sensación de que Cádiz no estaba mucho por la fiesta.
ResponderEliminarPese a todo, el día fue espléndido de temperatura y lo pasamos bien. Se ve que la imaginación no ha llegado en esta ocasión al poder.
Siento disentir. Ese día el acto principal (aunque no el único) era el que se realizaba en el Oratorio de San Felipe Neri para conmemorar la promulgación de la Constitución. Hubo otros en diversos lugares y sitios (sólo tenéis que entrar en la página del Bicentenario o en otras similares). El programa de actos es muy amplio y abarca el año entero, igual que en 2010 hubo un programa de actos en la Isla, recordando los trabajos preparatorios y lo que vendrá después, para conmemorar el trienio liberal. Creo que no se puede juzgar únicamente por la programación de un día, sino que habría que ver todo el programa general completo, que ha sido y sigue siendo mucho.
ResponderEliminarPor mi parte, me parece muy bien que esas autoridades participaran en el acto oficial, como máximos exponentes de la nación. Y, no lo olvidemos, como gobierno democráticamente elegido y como representantes constitucionales de nuestra actual ley de leyes. La zona es muy estrecha y es lógico que hubiera protección policial, lo contrario hubiera sido un total desatino. Sería bueno conocer bien todos las mejoras, acciones e intervenciones, que, con motivo de estas efemérides se están realizando. La bandera de Andalucía, por otra parte, no pintaba nada allí. La Constitución de 1812 definió una nación española basada en la soberanía popular y formada por ciudadanos y no por súbditos (lo que fue un enorme adelanto). No estaría de más ver su articulado y reconocer sus logros que todavía se mantienen.
Evidentemente, yo también disiento de tus opiniones. Pero, para resumir, creo que se podían haber puesto pantallas en todas las plazas gaditanas para que aquellos que nos desplazamos, que fuimos mucho, hubiésemos tenido la oportunidad de ver el acto. Ya sé que la celebración dura todo el año; pero da la casualidad que no había carteles informativos por ningún lado, a excepción del que he puesto en esta página, que estaba por todas las calles.
ResponderEliminar