Siempre es bueno para conocer cómo era Triana hace treinta y tantos años y el abandono a que estaba sometida, repasar su historia a través de lo que nos aportaron las páginas de la prensa de aquellos tiempos. En esta imagen del 8 de febrero de 1977, que salió en portada en el diario vespertino "Nueva Andalucía", podemos ver el estado de la calle Tejares en aquella fecha. Un auténtico barrizal hasta el núcleo Santa Ana en el momento que caían cuatro gotas y un desierto de polvo en los largos meses de verano, independientemente de los socavones, descuido absoluto y suciedad.
Un buen día, el humor popular plantó un cartel con el sugestivo título: "Coto privado de pesca". Tras crítica tan simple, y después de algunas manifestaciones por parte de la Asociación Vecinal "Numancia", por fin el ayuntamiento se decidió a su arreglo. Hoy cuesta muchísimo trabajo convencer al ayuntamiento de los deseos de los ciudadanos. Entonces, en tiempos de transición política, las cosas se eternizaban, a menos que, como en esta ocasión, donde el ejemplo de dejadez era tan claro y tantas las denuncias, se asfaltó la calle sin demasiado mimo y fervor.
El texto periodístico decía así:
Del manantial inagotable del humor popular brotan, en cualquier momento, sorprendentes regueros que tienen, por encima de todas las gracias, la de su puntualidad al pie de los hechos. He ahí ese letrero situado al borde del charco, en el centro mismo de la trianera calle Tejares. Es una pancarta sin rebeldía y sí sólo con mucho sentido de la crítica que no daña y de un saber tomar las cosas por su lado menos arisco, que es aquel donde se clava la sonrisa.
(Texto y foto: Emilio Jiménez Díaz)
Triana siempre estuvo demasiado lejos de la plaza Nueva. La relación de Aurelio Murillo con el ayuntamiento, al que perteneció como concejal durante bastantes años, es un ejemplo. Calles como Tejares hubo muchas en esta década y en las anteriores. Sus peticiones se convirtieron en retos valientes cuando veía que no era atendido en las necesidades urgentes del barrio. Hasta peligró su farmacia (el bigotito de Franco aún "adornaba" las comisarías).
ResponderEliminarInteresante esta nueva serie donde conoceremos la evolución de la "Triana del barro y los charcos" a la "Triana del asfalto y los carriles bici". HAce poco encontré una foto de mi infancia donde pude obsevar el estado de las aceras trianera de los años 60. En Rito y Geografía del Cante también se puede observar el estado ruinoso de Triana a principios de los años 70. Interesante documento, Emilio. El sábado tuvimos una charla sobre Aurelio Murillo y pienso que, independientemente de la placa, lo más interesante debe ser dar a conocer, a las nuevas generaciones de trianeros, los valores de Aurelio Murillo y esos retos valientes de los que habla Ángel.
ResponderEliminarA medida que vayan pasando los días, veremos aquella Triana de hace 33 ó 34 años, abandonada y sucia.
ResponderEliminarDe Aurelio Murillo puedes hacer un gran libro, ya que tienes todo el material que te donó su hija María Luisa. Sería interesante darlo a conocer. ¡Era un gran hombre y un gran amante de Triana!