vagabunda de sueños sin destinos,
con soledad de madre de vientre esperanzado,
palabra con mil ecos de angustias, cual la del Nazareno.
Una palabra. La palabra.
Una palabra. La palabra.
tiene que haber una palabra errante:
la palabra que daña cuando sana
eliminando un cáncer de pobreza,
la sed,
la soledad,
las guerras fraticidas,
la de los pobres del mundo
pidiendo el pan que se les niega
y que alzan sus manos, patenas de desgracias,
clamando con justicia las migajas del rico.
La palabra. La única palabra
La palabra. La única palabra
que por mermarle infantil peso al aire
aún no salió del crío recién nacido,
pasto para las hienas
que saldrán al camino.
Tiene que haber una palabra que se funda en el aire,
Tiene que haber una palabra que se funda en el aire,
se escape de los labios al compás de las manos,
se fugue de los pechos: cantábricos, batientes,
rompiendo con su fuerza los muros de las almas.
Debemos buscar la palabra y labrarla con sangre si es preciso.
La palabra. La única palabra.
Esa que dice PAZ y vaga errante
Debemos buscar la palabra y labrarla con sangre si es preciso.
La palabra. La única palabra.
Esa que dice PAZ y vaga errante
mientras que un mundo a voces la reclama.
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